El presidente Maduro heredó un país hipotecado, con una deuda interna y externa por el orden de los 200 mil millones de dólares y un déficit fiscal por encima del 15 por ciento del Producto Interno Bruto, lo que no ha sido capaz de resolver.
Lo considera así el sociólogo Nelson Fréitez al hacer un balance del primer año del gobierno de Nicolás Maduro.
Dijo que en un año ha hecho tres devaluaciones encubiertas que han deteriorado la capacidad adquisitiva de la población pues, además, aumentó los precios de los productos de la dieta diaria y profundizó el desabastecimiento que recibió con un 22 por ciento y actualmente está entre el 30 y el 35 por ciento.
Para Fréitez, el gobierno de Maduro registra un saldo rojo en materias política y social.
En el orden político, explicó, ha continuado la estrategia de la confrontación con los actores sociales, algo que se evidencia más en la Asamblea Nacional, además de sus cadenas diarias con un discurso agresivo.
Además, puntualizó, mantiene su política de descalificaciones y la criminalización de las protestas públicas al punto de que los casos de personas llevadas a los tribunales por protestar subió de 2.300 a 4.100, cantidad por demás alarmante.
Enfatizó que la represión a las manifestaciones obedece a órdenes del mismo presidente Maduro en el marco de su estrategia de criminalizar a todo aquel que manifieste públicamente el rechazo a sus políticas.
Señaló también que su gobierno nació con serios problemas de legitimidad a raíz de las irregularidades registradas durante la campaña electoral y el proceso comicial, como consta en las denuncias formuladas por la oposición.
Pero, agregó, Maduro, antes que buscar el diálogo y la amplitud con todos los sectores insiste en la confrontación y la criminalización de las protestas, lo que no contribuye a resolver los problemas que confronta el país, no sólo por el desabastecimiento de productos de la dieta básica, medicamentos y artículos del hogar, sino también por la inseguridad que sigue siendo un punto negativo cada vez más serio como lo demuestran las estadísticas de homicidios que dejan los fines de semana en Caracas y otras ciudades.
Nelson Fréitez estima como positivo para Maduro su acercamiento a las comunidades que le son afectas en lo que llama gobierno de calle, plan mediante el cual tanto él como sus ministros mantienen contactos con los barrios o los cerros.
Pero en general, el sociólogo considera negativa la gestión de Nicolás Maduro durante su primer año pues no ha resuelto los problemas de desabastecimiento, inflación y seguridad que heredó de su antecesor.
Insistió en la necesidad de mantener un diálogo sincero con los diferentes actores políticos, dejando a un lado la confrontación y la criminalización de las manifestaciones públicas pacíficas de protestas a su gestión y mientras eso no ocurra seguirá incrementándose el saldo rojo que no puede ser ocultado.