Separado ocho puntos de la cima y con cuatro fechas por disputar, el Deportivo Lara luce apartado de la carrera por el título del torneo Clausura, pero no quiere decir que el semestre haya terminado para el equipo, porque todavía tiene una meta en el camino, no menos importante, que es luchar por un cupo al llamado octogonal o serie presudamericana, la instancia en la que lo apuesta todo para salvar la temporada.
El increíble empate de la fecha anterior -frente al Zulia- en un partido que ganaba por diferencia de tres goles, significó un golpe definitivo a las aspiraciones de título para la tropa de Rafael Dudamel. Las opciones antes del partido eran remotas, pero los jugadores veían el duelo ante los petroleros la última oportunidad de regresar a la pelea por el máximo galardón.
En definitiva, no hay posibilidades de ganar el semestre, más allá de las matemáticas. Dejar escapar una ventaja de tres goles es imperdonable y mucho más si se trata de una escuadra con una plantilla de tanto jugador de experiencia. Cuesta creerlo, pero ha faltado jerarquía para cerrar partidos clave, como ocurrió antes en las visitas al Anzoátegui y Caracas, y ahora frente al Zulia, sin olvidar que no pudo hacer valer la casa ante Yaracuyanos, Tucanes y Carabobo.
No es malo el semestre. En lo absoluto. Venía el equipo de estar en las casillas y desde enero ha recuperado su estatus. Pero no se puede dejar de pensar en la posición que ocuparía el cuadro larense de haber logrado esos puntos que dejó escapar de manera increíble. Han sido tres victorias cantadas que se le han esfumado.
La tabla de salvación es la presudamericana y ahora mismo ocupa la posición once en la tabla acumulada, que entrega el último pasaje para la referida instancia, de enorme trascendencia porque reparte dos cupos para la segunda competición de clubes de la Conmebol.
Eso sí, no puede aflojar, porque tiene al Zulia a dos puntos. Vienen cuatro duelos decisivos, el primero de ellos el sábado en casa del Aragua.
