El propósito que tiene la implantación del Sicad II es obtener más bolívares para cubrir parte del déficit fiscal que tiene el país y, por lo tanto, no es un mecanismo para resolver los problemas económicos, manifiesta el abogado y economista Edgar Urbáez.
Según las cifras que se tienen, el desabastecimiento está por el orden del 40% y la escasez del 31%, porque la producción nacional, como todos sabemos, ha decaído considerablemente y todavía el gobierno no ha generado estímulos para que los productores agrícolas y los industriales puedan llevar a cabo con normalidad sus actividades.
Por el contrario, el Gobierno sigue anunciando que continuará importando alimentos para atender la demanda de la población.
Pero, las medidas que adopta no tienden a que exista un cambio económico positivo para el país.
El propio jefe del Ejecutivo Nacional ha dicho que el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), que vino a sustituir a Cadivi, otorga el 80 por ciento de las divisas, mientras el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), aporta entre el 10 y el 12 por ciento, por lo cual el resto le correspondería al Sicad II, previsto para funcionar a partir de mañana lunes, aunque ya había sido anunciado que comenzaría en días anteriores.
Si el Cencoex está otorgando el dólar a 6,30 y el Sicad I, a un promedio de 11 bolívares, se espera que el Sicad II lo lleve probablemente a 30 bolívares.
Pero, ya el Gobierno ha tomado decisiones sobre repatriación de dólares, lo cual complica la situación para los inversionistas nacionales.
Este Sicad I constituye una devaluación de la moneda, porque hay dos cambios oficiales. Uno, de 6,30, que el Gobierno informó que se mantendría por todo el año; pero, de repente apareció el Sicad con un dólar con un valor casi al doble del anterior.
Sin embargo, lo importante no es que el Sicad otorgue los dólares, sino que los entregue.
Y ahora con el Sicad II, nuevamente habrá otra devaluación.
“Como ciudadano tengo el derecho constitucional de pedir explicaciones sobre las medidas que toma el Gobierno. Pregunto: ¿Dónde están los dólares que dice tener en cantidades suficientes para atender la demanda de quienes lo necesitan para ir resolviendo los problemas económicos de producción?
Sin duda alguna, no los tiene, expresa Urbáez. El Gobierno sigue engañando a la opinión pública y va a ser muy difícil que con un dólar en promedio de 30 bolívares estimule la economía.
Ahí surge la pregunta: ¿cómo se puede competir con un dólar de 30 bolívares frente a un dólar de 6, 30? Es imposible hacerlo. Y la crisis se mantenderá.
