Por la puerta del sol Más fuerte que mil ejércitos eres tú libertad

Más querida y apreciada que los dones, que el aire que respiramos, que la comida, el agua, los tesoros, el placer; más fuerte que mil ejércitos es la libertad que defiende este pueblo desesperado, pese a la represión y violencia de los autócratas, a quienes sólo les interesa la multiplicación de sus cuentas bancarias y mantener esclavos bajo su poder. “Lo que me nubla los ojos no es el llanto, es la ira de siglos reprimida, es el desdén de mando, la vanidad, la envidia. Lo que mis ojos ven es el presente, un presente con ansias de libertad” (Cecilia Suárez Cordero)
Como lo comentaba en el artículo pasado, no podemos dejar de alzar la voz una y mil veces ante las actuales circunstancias de horror y de terror. Nos resistimos a perder la libertad y nuestros derechos, de por sí ya bastante maltratados y abusados. Sabemos que luchamos contra bárbaros que se amparan en el poder, la fuerza y la violencia, que no han construido ni sembrado nada bueno, porque sus siembras sólo han sido de odio, y el odio no construye, destruye hasta los más sublimes sentimientos del hombre.
No dejaremos que caduquen tus auroras. No hay tesoro que pueda compararse a la dicha de vivir tranquilos bajo tu amparo, por eso ¡no te entregaremos libertad!
A pesar de las amenazas, de la fuerza represiva, de la falta de apoyo y presencia de los políticos, a pesar de la falta de comida y medicinas, ¡no te entregaremos libertad!
No dejaremos en el olvido la sangre de los estudiantes mártires, el llanto de las madres, ni el rostro de los culpables, por eso ¡no te entregaremos libertad!
A pesar de saber que estamos solos, seguiremos en la lucha. Sabemos que la vida es nada si te perdemos, por eso ¡no te entregaremos libertad!
No dejaremos que nuestros sueños se terminen, ni el coraje ceda ante el terror; seguiremos activos y unidos, por eso ¡no te entregaremos libertad!
A pesar de los ataques, seguiremos el ejemplo de Caracas que guarda la historia, y el Himno Nacional nos invita a recordar, por eso ¡no te entregaremos libertad!
No negamos que es arriesgada la lucha con banderas, pitos y pancartas ante las terribles armas y ataques de la guardia nacional, a pesar de esto ¡no te entregaremos libertad!
A pesar del silencio mundial ante la represión de los autócratas que nos echan encima sus odios, sus cadenas y su plomo, no dejaremos la protesta, ¡ni te entregaremos libertad!
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, nadie puede ser objeto de discriminación por su nacionalidad, origen étnico, raza, sexo, religión, opinión política, posición económica o riqueza”. Gobierno que falte a cualquier artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobados por la ONU (Resolución 217 el 10 de Diciembre de 1948) tendrá que atenerse a las consecuencias de sus abusos.
Eterna es la luz donde la libertad fulgura, luz que se apagará si permitimos sucumba al peso de la tiranía.
“Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma” (José Ángel Ocanto)

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