Reflexión – Pax Romana

Cuando oigo hablar de paz en este país de la boca de gobernantes y opositores, no voy a decir que me causa risa, por cuanto la situación del país no es para reírse, pero evidentemente la teoría no va con la práctica.  Por eso, me es  inevitable pensar en aquel célebre acontecimiento histórico conocido como “Pax Romana”.
Este hecho, no es otra cosa, que el acto mediante el cual Roma,  por medio de la fuerza de sus ejércitos, ejerció el poder absoluto sobre el mundo conocido  logrando una especie de paz. La verdad, no se conoce todavía un precedente que pueda compararse a la cantidad de pueblos que en torno al mar Mediterráneo consiguió unir el Imperio Romano. Aunque fueron muchas las civilizaciones que persiguieron tal hazaña, que representaba nada menos que la conquista del centro del mundo, ninguna más lo consiguió. Así que la Paz Romana se fundamentó en la violencia. ¿Cómo les parece?
Las enseñanzas que nosotros podemos sacar de este hecho histórico son variadas y muy concretas. 1.- Definitivamente Dios demuestra que tiene bajo su mando los acontecimientos mundiales. Que tiene todo bajo control. Es por ello que el cristiano debe vivir tranquilo. Esa Paz era necesaria por la inminente llegada del Mesías Salvador y para que pudiera  difundirse el Evangelio por todo el mundo. 2.- La fuerza avasallante de los primeros cristianos nunca se ocupó del problema de opresión política, por cuanto descubrieron que el mensaje de Salvación era para toda lengua, tribu, pueblo y nación y verdaderamente eran felices ocupados en LA GRAN COMISIÓN.3.- La violencia como estrategia aplicada por Roma para mantener la paz no se sostuvo. La debacle del Imperio Romano, fundamentado en la opresión,  hizo implosión, y su destrucción surgió desde sus propias entrañas. Lo cual presagia que todo régimen de gobierno, sostenido por la violencia y la intolerancia caerá por su propio peso. Y si Dios tiene que pedir cuentas, con seguridad las pedirá.
Podemos observar claramente en este período histórico, un encuentro muy interesante entre la Pax Romana y la Paz de Cristo. Una, que se impuso por la violencia y llenó de agresividad a los gobernantes, lo cual llenó de odio y resentimiento a los gobernados (Cualquier parecido con nuestro país no es coincidencia) Y  otra, la que viene de nuestro Señor Jesucristo. La verdadera, la que define el mismo Dios. La que el cristiano político olvidó. «La paz os dejo, mi paz os doy. Os la doy, no como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Juan.14:27. La que conquista corazones por violentos que sean. Cambia vidas sean del grupo político que sea. Y mantiene un espíritu alegre, hasta en las peores circunstancias que se presenten. Y que nos toca, a nosotros los cristianos, presentársela a la gente de cualquiera de las tendencias ideológicas. ¿Cuál, amigo y hno. cristiano, es la que Ud. predica? !Hasta el próximo martes, Dios mediante!
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