El tiempo que tardan las personas, en las colas para comprar comida, es largo y muy agotador. La búsqueda de productos como la harina, mantequilla, azúcar, resulta difícil en nuestro país desde hace varios meses, al menos, así lo dan a conocer los ciudadanos que padecen a diario para conseguir rubros de primera necesidad.
Dilia de Herrera, acudió a la feria de víveres y hortalizas de Cecocesola, este domingo en la mañana, donde permaneció en cola durante tres horas para acceder a las instalaciones. No conseguí harina, fue lo primero que expresó. Lamenta que no existan cantidades suficientes de alimentos para cubrir la demanda.
“Es muy injusto hacer colas para poder comer; no es sencillo conseguir los alimentos y, en este sentido, nos toca recorrer cooperativas, supermercados, bodegas, para ir reuniendo poco a poco lo necesario del hogar. Ojalá se resuelva la problemática de desabastecimiento, de lo contrario, desmejorará nuestra calidad de vida”, agregó.
El café tampoco se consigue
Además de la harina de maíz, del aceite, del papel higiénico, ahora falta el café. Los hogares barquisimetanos, hacen un esfuerzo por tener en sus casas, el “negrito” de todas las mañanas. Las marcas conocidas y preferidas, no se consiguen en el mercado, mientras que aquellas existentes son vendidas con sobreprecio por algunos comerciantes.
Génesis Álvarez, no encontró el café por kilo ni en los empaques pequeños: “si nos falta el café, se nos complica la vida porque es muy sabroso empezar el día con una buena taza de cafecito”, comentó. El kilo de cafe es ofrecido hasta en 70 bolívares, en la economía informal, un monto muy elevado que no todos están dispuestos a costear.
Por otro lado, los ciudadanos solicitan operativos por parte del Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) a fin de sancionar a quienes cobren los productos por encima de lo debido.
Las verduras por las nubes
Asimismo, el kilo de papas y cebollas se mantiene en 40 bolívares. Preparar las sopas y ensaladas, que lleven estos ingredientes implica un gasto significativo en el presupuesto familiar.
De allí, que algunas personas prefieran variar sus comidas para no comer papas tan seguido y, en lugar de utilizar cebolla, prefieren comprar ajíes dulces o ajo.
Las frutas tampoco escapan a los precios altos. Las manzanas, por ejemplo, en caso de conseguirlas en el mercado, sobrepasan los 70 bolívares.
En este caso, las madres se ven afectadas porque las meriendas de sus hijos ahora tienen este incremento que trastoca los ingresos familiares.
