El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rompió el pasado 5 de marzo las relaciones diplomáticas y congeló la comerciales con Panamá, en una decisión unilateral con el alegato de que el Gobierno de Martinelli se inmiscuyó en los asuntos internos del país suramericano.
Maduro tomó la decisión luego de que Panamá propusiera que la Organización de Estados Americanos (OEA) analizara la situación de violencia que registra Venezuela y que a la fecha ha dejado al menos 28 muertos en el marco de manifestaciones callejeras contra el Gobierno.
El canciller de Panamá, Francisco Álvarez De Soto, reiteró este jueves que su país ha recibido con «asombro» la decisión venezolana de romper las relaciones, negó la alegada injerencia y sostuvo que el Gobierno de Martinelli estudia la posible aplicación de medidas recíprocas a Venezuela.