En sector La Life de Las Tunas, ubicada en la parroquia Agua Viva, desde hace unos 15 años viene proliferando incontrolablemente los desechos sólidos de toda naturaleza.
El pestilente lugar, a orillas del río Claro y la carretera que une Palavecino con Iribarren por El Manzano, es uno de los vertederos a cielo abierto más contaminados de la jurisdicción.
El dantesco escenario cubre una franja de unos dos kilómetros repleto de montañas de escombros, desechos vegetales, partes de vehículos, madera, hierro, vidrio, chatarra de toda índole, colchones y hasta varios vehículos incinerados.
En ese sentido, José Luis Sotillo, cronista de Agua Viva indica que ciertamente el basurero es consecuencia de una nula política de preservación ambiental en Palavecino, pregonada con energía por los Gobiernos de Diego Rivero, Aura Contreras y Richard Coroba, pero que nunca ejecutaron realmente.
Durante esos periodos de gobierno, la descarga de desechos sólidos en las márgenes del río Claro, aumentó progresivamente, “más en el Gobierno de Coroba, en donde se hizo recurrente el bote de escombros de camiones privados y hasta de personas ajenas a la zona”.
Esto debido –apuntó el cronista-, a la torpe gestión de recolección de los desechos sólidos y vegetales del municipio, con la municipalización del Servicios de Aseo Urbano y Domiciliario, que fracasó por la corrupción y la impericia de quienes lo manejaron.
Basurero descomunal
Del vertedero de La Life o de Las Tunas, como comúnmente es conocido por los cientos de camioneros que acuden a este solitario paraje a descargar los desechos, se desprenden putrefactos olores que mantienen a las comunidades de Agua Viva más cercanas, inundadas de pestilencia, roedores, moscas y enfermedades.
La antigua carretera Agua Viva-El Manzano se encuentra cerrada de punta a punta, por la cantidad de basura que lanzan indiscriminadamente, lo que ha generado el crecimiento del basurero y la contaminación del río porque los desechos ya caen al lecho.
Pero es que hasta la carretera que va desde Las Tunas hasta la arenera La Life, ya se encuentra repleta de desechos y se puede divisar hasta partes de carros como: puertas, un motor, varios vidrios parabrisas y un capó.
Los vecinos de La Life, aseguran que “el aseo no pasa nunca por esta zona, por eso la gente se ve en la necesidad de lanzar la basura donde sea, pero esto ya es el colmo. Este basurero está aquí desde hace muchos años y cada día crece más, sin que nadie haga nada para solucionarlo; de la Alcaldía dijeron que traerían unos camiones volteos para recoger la basura y nunca llegaron”, aseveró Blanca Escalona, vecera del consejo comunal Las Tunas.
Pronunciamiento oficial
Sotillo, declaró que en conversación con el presidente del Instituto de Servicios Públicos, Iaspmupal, ingeniero Douglas Caridad, prometió el saneamiento definitivo del sitio con la remoción de escombros y basura, presencia policial –que no existe en la zona-, y comprometer a la empresa La Life y los habitantes del lugar para que resguarden la zona e impidan la descarga de desechos.
El cronista instó al gobierno de José Barreras, se ejecuten a la brevedad las acciones para la limpieza y erradicación del vertedero improvisado, además de la rehabilitación de esta importante y olvidada vía que descongestionaría la avenida Ribereña, cuyo embotellamiento inicia antes de las siete de la mañana con una inmensa cola desde la redoma de Agua Viva hasta el proyectado Distribuidor Tarabana.
Consecuencias en la salud
Según el médico internista René Rivas, jefe de Emergencia de Hospital Internacional, existen cinco patologías integran un listado de las 30 alteraciones de la salud que pueden producirse por agentes relacionados con la contaminación (acumulación de desechos sólidos).
“Estos se agrupan en tres categorías fundamentales: gastrointestinales, respiratorias y micóticas. La transmisión puede ser de origen microbiano o biológico y efectuarse por el contacto directo con los desechos o por la vía indirecta a través de los vectores que viven en las zonas de desperdicios”, subrayó el especialista.
