Cada semana, Maritza Pirela junto a su esposo, salen a la calle a hacer dos colas diferentes, aunque para obtener un mismo servicio. Pirela y su marido, buscan dos cilindros de gas doméstico que les sirvan para mantener el pequeño negocio que brinda el sustento familiar; un modesto quiosco que vende desayunos y almuerzos en las adyacencias a la redoma de El Obelisco, al oeste de la ciudad.
La constante clientela exige que la familia Pirela tenga que comprar de forma permanente las bombonas; sin embargo, el conocido problema en la distribución del servicio le crea la incomodidad de hacer una cola cada semana. «Mi esposo hace la cola para Aragua y yo la hago aquí», comentó, mientras estaba sentada en un banco para «suavizar» la incomodidad. Pirela esperaba en la acera de una avenida en la Zona Industrial I, el paso de un camión que le vendería el producto.
Quien tiene que pasar por la misma situación cada tres días aproximadamente, llega a las 8 de la mañana y espera a uno de los tres camiones identificados con la empresa Pdvsa Gas Comunal que salen del llenadero ubicado en la Zona Industrial y se estacionan una cuadra más abajo durante todas las mañanas.
«No entiendo por qué no se vende gas de forma normal, que uno llegué a la puerta de la empresa y le llenen el cilindro», dice Wilmer López, un ciudadano común que solicita dicho servicio una vez por mes, «esta situación sigue igual desde hace años», señala. Aunque no se pudo obtener una versión oficial por parte de la empresa estatal, en ocasiones previas se ha señalado la falta de cilindros como la causante del mal servicio. Los trabajadores de la empresa y miembros del sindicato, en protestas laborales pasadas, indicaron que se despachan hasta 7 mil cilindros cada día, pero aún habría déficit.
Mientras tanto, personas como José Fuentes, otro usuario afectado, indicó que llegó muy temprano desde Cabudare, y reclamó la falta de continuidad por parte del Gobierno nacional para brindarle soluciones a las comunidades que quedaron por fuera en la prestación del gas doméstico a través de tuberías. Se conoció que, en algunos casos, obtener la bombona en otros establecimientos puede costar entre 25 a 70 bolívares, muy distante a los 5 bolívares que pagan quienes hacen las colas a las afuera de la empresa.
