El alcalde opositor de la ciudad andina de San Cristóbal, dijo el lunes que la policía atacó y desmanteló barricadas en las intersecciones más importantes y lanzó gases lacrimógenos y perdigones de plástico.
“Desde la una de la madrugada (del lunes) la Guardia Nacional atacó y todavía hoy en la mañana siguen reprimiendo zonas residenciales con bombas lacrimógenas y perdigones para desmantelar barricadas, quemaron el toldo donde pernotan los estudiantes que hacían vigilia», dijo a The Associated Press en entrevista telefónica el alcalde Daniel Ceballos.
En Caracas, en tanto, opositores y oficialistas tomaron las calles en una nueva medición de fuerzas con motivo del día del médico, pero mientras los aliados del gobierno lograron marchar sin obstáculos hasta el palacio presidencial, sus críticos, luego de una larga espera se retiraron tras varios forcejeos con agentes de la Policía Nacional, que con equipos antimotines les cerraron el paso. Se retiraron después que un enviado del gobierno prometió a los líderes de los médicos que el miércoles serían recibidos por el presidente Nicolás Maduro para atender a sus demandas.
El Ministerio Público ordenó investigar la muerte de Giselle Rubilar Figueroa, una chilena de 47 años, en la ciudad andina de Mérida, a unos 500 kilómetros al oeste de Caracas, aparentemente relacionada con las protestas.
De acuerdo con información preliminar, en horas de la madrugada del domingo 9 de marzo, “Rubilar Figueroa recibió un impacto de bala cuando retiraba escombros que obstaculizaban una vía adyacente a su vivienda en Mérida», indicó el Ministerio Público en un comunicado divulgado el lunes, sin dar otros detalles.
En San Cristóbal, capital del estado Táchira, comenzaron las protestas contra el gobierno a principios de febrero y se han registrado los enfrentamientos más duros.
“Aquí se mantiene la ciudad bastante paralizada, las unidades de transporte público están fuera de servicio, la mayoría de los comercios permanecen cerrados», destacó Ceballos.
El alcalde, citando a testigos y reportes de la policía municipal, indicó que en varias zonas residenciales de San Cristóbal los agentes de la Guardia Nacional se abrieron paso con tanquetas por calles y avenidas que estaban bloqueadas con barricadas formadas por basura y escombros. La acción incluyó abundantes ráfagas de gases lacrimógenos y perdigones, algunos de los cuales rompieron ventanas afectando a decenas de personas, entre ellos niños y ancianos, en sus viviendas.
“Esto también ha estado acompañado de vandalismo de los colectivos, que desde horas de la madrugada han estado amedrentando en los sectores de Pirineos y Quirimari, donde quemaron dos vehículos particulares y provocaron destrozos en comercios y viviendas particulares», señaló Ceballos.
Según líderes de la oposición, los grupos armados oficialistas conocidos como «colectivos» son utilizados para intimidar y disolver manifestaciones de la oposición.
“Desconocidos también atacaron sedes de varias instituciones» del gobierno nacional, acotó el alcalde, quien resaltó que la mayoría de las acciones de los cuerpos de seguridad y los colectivos se producen al caer la noche.
Agregó que “donde el gobierno ve una barricada, donde ve paramilitares, verdaderamente lo que hay es ciudadanos, mujeres, hombres, familias que están defendiéndose de grupos armados que salen de madrugada a azotar las comunidades, a disparar, a quemar vehículos, a generar actos de vandalismo».
Universitarios y opositores, esencialmente de clase media, han protagonizado desde principios de febrero protestas callejeras contra la inflación, el desabastecimiento de bienes básicos y la delincuencia creciente. Las protestas ocurridas en Caracas y otras ciudades del interior del país han dejado al menos 21 muertos y más de 300 heridos, de acuerdo a cifras de la Fiscalía General divulgadas la semana pasada.
Maduro, quien asumió el gobierno en 2013, ha atribuido las protestas a un plan de la oposición para promover un golpe de Estado.
Poco más de una semana antes de las manifestaciones del 12 de febrero en todo el país, los estudiantes de la Universidad de Los Andes en San Cristóbal comenzaron a protestar por el intento de violación de una joven en el campus y el deterioro de la seguridad durante los gobiernos de Maduro y Chávez.
Sin embargo, lo que los irritó fue la dura respuesta policial a la protesta inicial, en la que varios estudiantes fueron detenidos y llevados a una cárcel de alta peligrosidad donde supuestamente sufrieron abusos, así como en una manifestación posterior para pedir la liberación de los detenidos, según estudiantes y personas de esa región.
Según los médicos opositores al gobierno, el sistema de salud de Venezuela se derrumba como consecuencia de años de deterioro. Muchos pacientes, dicen, mueren de enfermedades poco graves, mientras estudiantes de medicina y médicos que apoyan al gobierno niegan la crisis y elogian las políticas para el sector.
El doctor Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, la agrupación de médicos más grande del país, denunció que el 95% de los hospitales públicos del país apenas cuentan con 5% de los insumos que necesitan. A la par que rechazó que el gobierno creara un sistema paralelo de salud.
“Nuestros hospitales tienen sus puertas abiertas, pese a que los equipos están destartalados y no contamos con medicamentos básicos; el otro, los ambulatorios de Barrio Adentro, manejados por cubanos, tienen muchos recursos, pero 80% de esos ambulatorios están cerrados».
“Es por esto que en nuestro día protestamos y exigimos al gobierno poder trabajar y ejercer la profesión», agregó.
Los cubanos son la pieza fundamental de la llamada “Misión Barrio Adentro», un programa para la atención de sectores populares, creada en 2003 y que según el gobierno ha realizado millones de consultas entre la población más vulnerable.
En una discurso transmitido por radio y televisión, Maduro se refirió a la situación de la salud.
“Claro que hay problemas. Lo reconozco, (pero) a todos los hospitales los vamos a recuperar y los vamos a poner en su nivel más alto», dijo Maduro, quien encabeza el acto de graduación de 300 nuevos médicos comunitarios.
“En el caso de la salud pública, yo le doy la bienvenida a las críticas y propuestas para mejorar el sistema», enfatizó.