Era la primera vuelta del día para un avance de la Ruta 6, quien arrancó a las 6:30 de la parada de Lomas de León, pero su jornada diaria se vio interrumpida por un trágico suceso. Un joven de camisa amarilla con rayas blancas abordó la unidad tras detenerla con su mano y haciéndose pasar por un usuario, ingresó hasta la parte de atrás del colectivo para quitarle la vida a un pasajero.
Júnior Oswaldo Suárez Rojas (24) quedó tendido en el pasillo del Ruta 6 cuando el reloj marcaba las 6:43 de la mañana. La unidad venía con aproximadamente 10 pasajeros más que desesperados quisieron salir del colectivo, pero su chofer no los dejó. El conductor tras escuchar al menos tres detonaciones, pensó que después atentarían con su vida y su reacción fue arrancar hasta la comisaría de La Carucieña que estaba ubicada a un kilómetro de la quebrada que está entre el sector 4 de La Carucieña y Lomas de León. Al llegar al lugar, el pasajero baleado fue revisado por los funcionarios y ya no tenía vida.
Según relataron algunos testigos Suárez Rojas, se montó en Lomas de León y 50 metros más adelante lo hizo su verdugo. El criminal de camisa amarilla con rayas blancas fue directo a su objetivo y así como se montó, se bajó. Aparentemente en la parte de abajo de la unidad, lo esperaba otro sujeto, ambos andaban a pie. Comentaron que se trataba de “El Chelo” y “El Yorwin” delincuentes de la misma barriada, pero no precisaron cuál de los dos mencionados fue el asesino.
Algunas personas indicaron que a la víctima la confundieron con otro sujeto llamado Júnior, pero otros manifestaron que este era su objetivo.
Iba a trabajar
Se conoció que Suárez Rojas, había salido de su residencia, andaba con su morral, pues se dirigía a la Zona Industrial, lugar en donde trabajaba en una embotelladora de agua mineral desde hace tres meses. Desde ese mismo tiempo abandonó sus estudios de Química en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, UPEL, los cuales los dejó en el tercer semestre. Era el segundo de tres hermanos.
Una comisión del Cicpc hicieron el levantamiento del cadáver e iniciaron las averiguaciones. El joven presentó múltiples heridas en su pecho, cuello y rostro.
Mucha inseguridad
El conductor del Ruta 6 quien no quiso identificarse por temor a represalias, comentó que tiene dos años y medio trabajando y comienza de 5 a 5:30 de la mañana, pero de un tiempo para acá que la inseguridad los ha invadido, tiene por costumbre comenzar los sábados un poco más tarde. Manifiesta que no pudo ver nada de lo sucedido, todo fue tan rápido, solo sintió el ruido de las detonaciones y al ver de “reojo” observó el joven tirado en el pasillo de la unidad. Indica que a diario conviven con el peligro, porque se les montan personas buenas y malas. Manifiesta que ha sido víctima de atracos en varias oportunidades, pero da gracias a Dios porque a él no le ha pasado nada.
Espera el profesional del volante que las autoridades se aboquen en la seguridad de los colectivos, porque aunque se montan alcabalas y se hacen revisiones, no han sido estrategias suficientes para acabar con la delincuencia que los aqueja.
Foto: Ricardo Marapacuto