El presidente de la República, Nicolás Maduro, llamó a consulta a la embajadora venezolana en Panamá, Helena Salcedo, por las declaraciones injerencistas de la Cancillería panameña sobre Venezuela, informó este jueves el ministro para Relaciones Exteriores, Elías Jaua.
“El presidente de la República ha decido llamar a consulta a nuestra embajadora Helena Salcedo, en Panamá, por las declaraciones injerencistas que la cancillería panameña ha venido expresando acerca de los asuntos internos de Venezuela y de cómo el Gobierno debe tratar el enfrentamiento a estos grupos violentos que intentan desestabilizar Venezuela”, expresó Jaua, durante una entrevista transmitida por Unión Radio.
El ministro también expresó su rechazo a las declaraciones injerencistas del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y ratificó que Venezuela “no aceptará recomendaciones (extranjeras) de cómo enfrentar a grupos violentos que están atentando contra la paz de Venezuela”.
Destacó que organismos multilaterales de la región, como la Unión de Naciones Suramercianas (Unasur), el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad del Caribe (Caricom), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) han manifestado su apoyo a la democracia, a la institucionalidad y a los esfuerzos del Gobierno venezolano por mantener la paz.
Durante la entrevista, Jaua condenó igualmente la manipulación que a través de redes sociales hacen sectores de la oposición para alimentar la desestabilización en el país.
“Es el esquema que ya hemos vivido en el desarrollo de este tipo de guerra de perros”, explicó el ministro, al tiempo que comentó que en Venezuela “los cuerpos de seguridad del Estado tienen instrucciones específicas de actuar apegados a la ley y a la Constitución y al uso proporcional del fuerza”.
Añadió que en las calles del país están activa la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana “para restituir el orden público cuando haya que hacerlo” y recalcó que cualquier conducta individual de algún funcionario de seguridad será condenada y castigada.