Los mil quinientos alumnos, así como el personal docente, administrativo y obrero de la escuela Hermanas Jiménez, tradicional institución educativa duaqueña, acaban de concluir un año docente pleno de penurias y tienen negativas espectativas con respecto al próximo por la falta de la tantas veces prometida nueva sede.
Como se ha informado, en la escuela cursan alumnos desde primaria a educación media o bachillerato e incluso, últimamente era utilizada por algunas universidades, hasta el mes de mayo, cuando FEDE demolió la vieja estructura con la promesa de que en pocos meses iniciarían la construcción de la nueva estructura consistente en cinco edificios.
Esperanzados, alumnos y docentes observaron la llegada de obreros y maquinarias y el inicio del movimiento del terreno donde estaba el viejo edificio y se levantaría el nuevo.
“Pero la alegría nos duró muy poco pues hace casi dos meses, de la noche a la mañana, desaparecieron los obreros y las máquinas y ahorita ahí no hay nadie trabajando, señal de que para el próximo año escolar tendremos que seguir deambulando de un sitio a otro para que los muchachos no pierdan clases”, dijo Baltazar Amaro, uno de los docentes.
Recordó que el año que concluyó estuvieron distribuidos en un galpón cedido por los dueños del antiguo club El Canasto, en la iglesia evangélica Centro Cristiano Pentecostal Canaan, en el viejo matadero y en la parrillera La Montañita, entre otros.
Sólo en El Canasto funcionaron seis secciones, lo cual dificultaba la labor de maestros y maestras y por ende la captación por parte de los niños de las instrucciones que les impartían.
En la parrillera La Montañita operaron dos gracias a la benevolencia del dueño, pese a que esa situación le causaba ciertas dificultades pues diariamente, en la tarde, debía movilizar las mesas pupitres para colocar las sillas y mesas destinadas a los clientes.
Pero ya no podrán contar con la parrilla ni con El Canasto pues los propietarios los necesitan y en cuanto a la iglesia, supuestamente también han exigido la mudanza.
Se presume que la profesora María Ponte, directora de las secciones de primaria, debe hacer gestiones por toda Duaca en busca de otros inmuebles donde pueda funcionar la escuela Hermanas Jiménez el próximo año.
“Hasta ahora no se tiene nada; nos mantenemos a la deriva sin saber dónde vamos a dar clases a esos casi 700 alumnos de primaria y pensamos que los otros de educación media están en las mismas condiciones”, expresó Amaro.
Dijo que, supuestamente, el movimiento de tierra llevado a cabo permitió determinar la necesidad de buscar otro terreno por no estar apto para las construcciones previstas o elaborar un segundo proyecto para reafianzar las bases.
Insistió en que todo el personal docente está preocupado ante la falta de información sobre la fecha en que serán reiniciados los trabajos pues ni en la alcaldía de Crespo ni en FEDE les dicen nada.
Extraoficialmente conocieron que la semana que concluye llegarían unos materiales destinados a la obra pero eso no ocurrió y en el terreno lo único que se observan son los montones de tierra formados durante los pocos días que duraron los trabajos.
No se descarta que en los próximos días los docentes, junto a padres y representantes, si no reciben respuestas concretas, y positivas, realicen acciones de protesta para exigir de FEDE la reanudación de la obra.
Fotos: Luis Salazar