A las 8:30 de la mañana, cuatro individuos desconocidos interceptaron a dos sujetos que se desplazaban en la vía principal del sector Las Cuibas, en la comunidad de Agua Viva de Cabudare, en el municipio Palavecino, propinándoles hasta 8 disparos y causándoles la muerte en el sitio.
Las víctimas, identificadas como Carlos Alfredo Urbina, de 22 años, quien conducía la moto, y su parrillero, un menor de 17 años de edad, se desplazaban en una MD, modelo Horse, cuando, en el sector La Y, fueron asesinados por sus victimarios con armas 9 milímetros, evidenciado por los casquillos de balas encontrados en el suelo.
Los perpetradores se fugaron del lugar, mientras los cuerpos se desangraban en el pavimento a consecuencia de las heridas por arma de fuego, y los vecinos se congregaban en el sitio, alegando conocer a los sujetos. Al rato, arribaron los familiares de las víctimas, quienes se mostraron consternados por lo sucedido y expresaron desconocer el motivo del suceso.
«Mi hijo no era malandro para que lo asesinaran como un perro», gritaba la madre de Urbina, viendo el cuerpo de su hijo que yacía junto al de su compañero, y quienes quedaron con la moto entre sus piernas. Trascendió que ambos, amigos desde hace tiempo, se desempeñaban como mecánicos en el taller del padre del menor, Francisco Guedes. Él explicó que, la mañana de ayer, las víctimas habían estado en su casa, donde desayunaron y salieron al sector conocido como Guamasire, a comprar un piñón de una moto que reparaban. Sin embargo, nunca pudieron llegar con el mandado.
Además, se supo que el menor de las víctimas habría interferido en un pleito más temprano en la mañana, «y luego de eso, aparentemente lo amenazaron», explicó su doliente sobre la posible causa de su asesinato.
Urbina vestía unos jeans de color azul y unos zapatos deportivos del mismo color, además de un suéter color negro y una gorra negra y roja. Mientras que su acompañante cargaba una chemise blanca con franjas naranja, jean azul y zapatos mocasines de color marrón.
Entretanto, María del Pilar González, familiar de Urbina, explicó que este era «un buen muchacho» quien pasaba regularmente por su casa a comer y a compartir con su primo, «ayer (lunes) mi hijo lo esperó pero no llegó».
Extraoficialmente, se conoció que los sujetos aparentemente estaban involucrados en hechos delictivos además de tráfico de drogas, y que los asesinatos de ayer en la mañana se produjeron después de que, en la noche del lunes, robaran una moto por el lugar. Quedará de parte del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas determinar las causas del suceso y a sus responsables.
