Durante un recorrido y Gabinete Parroquial en el sector Brisas de Vista Linda del municipio Independencia, el gobernador Henrique Capriles, pidió a Nicolás Maduro resolver cuanto antes la crisis en la que está sumergido el país y dejar de los insultos.
“Deje quieto al que está quieto. Póngase a trabajar porque tiene al país vuelto leña. Pareciera que quieren tapar los problemas con insultos. Trabajen mientras tengan responsabilidad de gobierno. Nosotros pusimos nuestras diferencias a un lado y fuimos a las reuniones con los representantes del Gobierno, porque creemos que la vida de los venezolanos no tiene color político y queremos resolver el tema de la violencia.
Yo no voy a caer en ese juego de los dimes y diretes, Venezuela conoce mis principios y de lo que se trata nuestra lucha. Que nadie se confunda, yo creo en el diálogo, no en los insultos”.
Afirmó que la lucha es en las comunidades, directamente con el pueblo y no bajo las trincheras políticas. “El trabajo es aquí con el pueblo, especialmente donde sufren los más pobres que viven en casas de latón y cartón. La lucha es desde aquí y no en otras partes. Los que están realizando unas acciones por allí, les pregunto: ¿Dónde están los pobres en todo eso? No vamos a caer en eso. Se repite la historia, si yo hubiera convocado a la actividad dirían que resultó un fracaso. Nosotros no vamos en esa dirección, porque estamos construyendo un proyecto que incluye a la inmensa mayoría del país. La agenda nuestra es social. Yo muero por la verdad. No creo en chantajes de la unidad, yo creo en la unidad del pueblo y quienes tienen una visión para ayudar al más necesitado. Esa es mi razón de ser. A los que creen en mí les digo: Yo no voy a echar para atrás, tengan paciencia, las cosas vendrán en su momento. Vean a su alrededor, no creemos en salidas violentas, ni en golpes de Estado. Las cosas se dan con esfuerzos y trabajo. Uno no puede andar como un carrito chocón saliendo a la calle a ver con quien chocamos hoy”.
Lamentó que los venezolanos a diario tengan que padecer tantas calamidades, mientras el gobierno central intenta desviar la atención de los problemas del país.