Los bonos venezolanos subían el lunes, un día después de que el presidente Hugo Chávez dijera que deberá atravesar una ronda de radioterapia para combatir el cáncer que padece, lo que llevó a inversionistas a creer que el líder socialista podría no estar en condiciones de competir por su reelección en octubre.
Los títulos registraron una fuerte escalada en los últimos días ante la expectativa de un cambio de Gobierno. A las 1715 GMT, el Global 2027 -referencial de la deuda venezolana- subía un 1,2 por ciento a un precio de 87,688 por ciento.
La semana pasada, los bonos del país petrolero subieron 6 puntos en 10 días luego de que Chávez anunció que viajaría a La Habana para ser sometido a una nueva intervención quirúrgica.
«El mercado está súper reactivo a la enfermedad de Chávez», dijo José Luis Saboin, de la firma Ecoanalítica.
La recaída del presidente, cuyo tratamiento comenzará «en los próximos días», ha sacudido la escena política del país petrolero y aumentado el escepticismo sobre la salud del mandatario que durante meses aseguró que había vencido la enfermedad.
Una fuente médica familiarizada con el diagnóstico de Chávez dijo a Reuters que la radioterapia que probablemente se seleccionará es una braquiterapia, con aplicación selectiva al músculo psoas en la cavidad abdominal.
Sin embargo, la fuente consideró que este tratamiento por sí sólo podría tener una efectividad limitada y que la afección del mandatario requeriría un nuevo protocolo de quimioterapia para evitar el avance o la recurrencia de la enfermedad.
El propio presidente Chávez aseguró el fin de semana, cuando anunció la recurrencia del cáncer, que su equipo médico no descarta «otras opciones de tratamiento complementario en algún momento de la evolución».
La oposición presiona para que Chávez revele su diagnóstico y delegue el mando en el vicepresidente Elías Jaua, pero el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) reafirmó al mandatario como su único candidato posible.
Pese a su convalecencia, el presidente se ha esforzado por mostrarse al mando del Gobierno al participar por teléfono en algunos actos oficiales y reuniones de trabajo con su Gabinete.
En las calles, mientras tanto, sus seguidores le dan aliento y gritan: «íUh, ah, Chávez se sanará!» o «Palante Comandante».
Chávez busca extender por seis años más su Gobierno, que inició en 1999, y se medirá con el candidato único de la oposición, el joven gobernador Henrique Capriles.
«El que Chávez se vaya a someter a un tratamiento con radioterapia sin duda desacelerará su campaña política (…) Esto aumenta las perspectivas del opositor Henrique Capriles», opinó el analista Diego Moya-Ocampos de IHS Global Insight Latin America.
Sin embargo, una encuesta realizada por la firma Hinterlaces después de las primarias de la oposición en febrero y difundida por medios oficialistas reveló que la intención de voto a favor de Chávez es del 52 por ciento, bastante superior al 34 por ciento que exhibe Capriles.
Para el analista de Goldman Sachs Alberto Ramos, la recurrencia del cáncer posiblemente «impida al presidente Chávez hacer campaña con su acostumbrada energía e intensidad».
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