Los pacientes con enfermedades reumáticas son atendidos por citas que deben solicitar hasta con seis meses de antelación en la consulta de reumatología del Hospital Central Antonio María Pineda, que funciona en el edificio de consulta de pediatría, en un edificio contiguo al Hospital Agustín Zubillaga.
Alrededor de 50 pacientes son atendidos diariamente sólo en horario de la mañana, una labor que se esfuerzan por mantener tres adjuntos con el apoyo de los residentes del servicio, pero el déficit de personal ha originado esta larga espera, pues no se dan abasto para la cantidad de personas que acuden tanto para control como por primera vez a esta consulta.
Las citas para el primer semestre del 2014 fueron otorgadas en octubre del 2013 y las próximas asignaciones serán para luego del 15 de mayo, tendrán prioridad los pacientes que no hayan sido vistos durante el año pasado y aquellos que recibieron consulta en los meses de julio y diciembre.
El Dr. Freddy Bonito, uno de los especialistas del área, dijo que el servicio tiene una escasez de adjuntos importante, lo cual dificulta la atención a los pacientes que cada día aumentan.
“Somos contratados a medio tiempo, lo que nos impide atender a más cantidad de pacientes. No contamos con personal suficientes y prácticamente trabajamos con las uñas”.
El espacio de esta consulta es reducido, no cuentan con medicamentos para ofrecer a los pacientes y el espacio destinado para la aplicación de los tratamientos como drogas biológicas tuvo que ser cerrado por no contar con el personal de enfermería y médicos para la atención de los pacientes, que deben acudir a Badan Lara, el servicio de oncología del Hcamp o hasta el Seguro Social.
Para la aplicación de estos tratamientos el área debe estar acondicionada especialmente, pues los pacientes tienen que permanecer prácticamente toda la mañana aplicándose el medicamento, son drogas que ameritan tiempo y personal especializado. Tampoco cuentan con aire acondicionado, los récipes son donados por los visitadores médicos o los mismos especialistas los traen de otras instituciones.
“Es un servicio al que hay que dedicarle mucho tiempo y a pesar de ser tres adjuntos, también debemos supervisar a los residentes, además de las consultas previstas para el día. El área de tratamiento está abandonada y no tenemos ni una aspirina para darle a los pacientes”.
En los últimos años, los pacientes con enfermedades reumáticas han aumentado.
Las condiciones sociales y económicas influyen en este incremento y ante ello el abarrotamiento en este servicio.
El tratamiento para estas enfermedades son de alto costo y son entregadas de forma gratuita por el Seguro Social, con el apoyo de los especialistas de esta consulta quienes una vez valorado el paciente, entregan el formulario que deberán llevar a esta institución.