Reflexiones en positivo – Confundido por bruto

Estar informado en Venezuela a través de los medios de comunicación social, tengo que convencerme que debo tener la mente en neutro, para poder hacer los análisis objetivos de este país de felicidad para uno, de desastres para otros, de oportunidades para unos y de frustraciones para otros, y así llegar a entender que en cualquier parte del mundo, para progresar se necesita voluntad para el trabajo y de esa forma entender esa realidad positiva o negativa.
He oído de boca de conocedores del arte y ciencia de la guerra que sólo se gana cuando se vence la voluntad combativa del enemigo y en ningún momento cuando se acaba la capacidad combativa y es algo así, tal vez los venezolanos de hoy conforme a estas informaciones no tengamos esa capacidad de dólares, mas no creo y estoy convencido de ello, que no nos han quitado esa voluntad que tenemos como venezolanos para sacar el país adelante, con esa inmensa juventud dispuesta a contribuir con sus conocimientos teóricos y prácticos recibidos en los diferentes centros de formación profesional, mas allá de los conocimientos de diatriba política en cada una de las organizaciones e instituciones que se dedican a ella y que no dejan ese rendimiento que se quiere, que se desea y que permite el bienestar general.
Por ésta misma época durante los años anteriores me he referido a los indicadores económicos que se preveen para el año que comienza por parte de quienes tienen la responsabilidad de informar hacia dónde vamos y a que podemos llegar. Como no soy economista, en una oportunidad me referí equivocadamente al producto interno bruto, creyendo que éste término se refería a la alta brutalidad en el tratamiento en las relaciones de muchos venezolanos y casi no me equivoqué. Este año lamentablemente por brutalidad fallecieron muchos venezolanos, por brutalidad se despilfarró mucho dinero, por brutalidad se dejó de producir bienes y servicios que hubiesen permitido una mayor satisfacción de las necesidades básicas de la población y casi por brutalidad no quisiera tener que escribir que donde debe haber un obrero o un empleado en lo público o privado  se tenga que pagar tres o cuatro, algo así como se necesita tener  tres brutos para hacer el trabajo de un inteligente.
Ese producto interno bruto siempre calculado en el aumento del precio internacional del barril de petróleo, como consecuencia de conflictos bélicos fuera de nuestras fronteras, de desastres económicos, por catástrofes naturales, de pensar que el mal de uno es beneficio de otros; no es la mejor carta ni el mejor aval de profesionales que tienen responsabilidades presentes y futuras para éste su país y mi país.
Y es así que si la información  es permitir la reactivación de la empresa pública y privada, con garantías de seguridad jurídica, seguridad económica y pare de contar que otras seguridades que permitan la seguridad de empleo y la seguridad social del venezolano, entonces ya en términos de un no profesional de la economía el producto interno de inteligentes crecería en la proporción de garantizar que el tiempo en colas para hacer mercados, en bancos, en estaciones de servicios, en consultas, en pago de impuestos diariamente, se dedicaría al trabajo productivo que garantiza productos en bruto y procesados para no equivocarnos entre propios y extraños de esa profesión económica.
Unidos todos por la producción nacional.
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