Desde hace alrededor de seis meses, la inseguridad en el Hospital Central Antonio María Pineda se ha tornado tan crítica que los especialistas del servicio de oftalmología que trabajaban ad honórem, han decidido irse uno a uno, luego se sufrir amenazas, secuestros exprés y robos en los espacios del centro asistencial.
Trabajadores del servicio que prefirieron no ser identificadas por temor a la delincuencia, destacaron que el lugar se ha ido quedando sin subespecialidades de retina, glaucoma, oftalmología pediátrica y cirugía plástica ocular, cuando antes contaban con hasta tres especialistas para cada uno de estos renglones, ahora solo queda uno y con posibilidades de no regresar.
“Estamos trabajando con miedo porque la inseguridad nos tiene azotados. Hay médicos y residentes que han recibido amenazas y robos”.
Indicaron que el servicio se está quedando sin subespecialidades y importantes para la atención de pacientes y que necesitan mayor resguardo para que en las guardias y días cotidianos puedan acudir a sus puestos de trabajo sin el temor de ser asaltados.
En este servicio se reciben alrededor de 40 pacientes en turno de mañana y tarde de consulta general oftalmológica, mientras que en emergencias reciben más de 60 pacientes principalmente con conjuntivitis, traumatismos, cuerpos extraños.
En el servicio de oftalmología trabajan 4 especialistas y 14 residentes, que en ocasiones no se dan abasto por la gran cantidad de pacientes que llegan para consultas.
Equipos dañados
Además de ello, el servicio cuenta con varios equipos sin funcionamiento por no recibir el mantenimiento adecuado y al día.
Entre ellos se encuentra la cámara retinal, que posee dos años sin uso. Está sobrecargada de archivos y un software desactualizado, haciendo que estudios especializados no puedan ser efectuados.
Asimismo, está dañada desde hace más de un año por el deterioro de la batería de carga, la recámara para la realización de estudios de retinopatía de prematuridad a recién nacidos que nacen con la retina inmadura, con peso menor de 35 semanas y un peso menor a 1,75 Kg y que hayan recibido oxígeno.
Como estos, son varios los equipos que necesitan revisión, pero no pueden ser reparados por un ente diferente al Ministerio de Salud, pues son equipos colocados por esta dependencia central.
Fallas en la infraestructura
A pesar de que esta área fue remodelada hace poco menos de cinco años, ya presenta fallas en la infraestructura. Los baños del segundo piso poseen filtraciones que están dañando los techos inferiores, mientras que de tres sanitarios sólo funciona uno para el personal médico.
