Desde que fue creado el Centro Penitenciario de Centroccidente en el sector Uribana de Barquisimeto, se dijo que era un recinto con una capacidad para 870 reclusos, el cual llegó a albergar hasta 2.500, luego de la ocurrida Masacre, específicamente hace un año, los reclusos de dicho centro penitenciario fueron evacuados y enviados a otros recintos carcelarios.
Para ese entonces, la Ministra de Asuntos Penitenciarios indicó que Uribana sería recuperada y albergaría a los procesados y en un futuro pretendía crear una cárcel de mujeres, para los penados estaba previsto los espacios de Fénix, la nueva ciudad penitenciaria.
La estadía de los guaros en algunos penales había traído problemas por ello el Ministerio de Asuntos Penitenciarios inauguró el Internado Judicial David Viloria, antiguo Uribana y se hicieron los primeros traslados de los internos que estaban repartidos en otros penales; muchos creyeron que serían devueltos a su penal de origen, pero se han quedado esperando porque debido a las intervenciones de otros penales se ha tenido que albergar a un grupo de reos proveniente de la cárcel de Sabaneta, San Juan de los Morros y Tocorón, entre otras.
Situación que ha dejado a los guaros de un lado quienes siguen pasando trabajo en otros penales, a pesar de que quieren retornar a Lara, muchos han tenido que coserse la boca, hacer huelgas de hambre para lograr un traslado, de lo contrario quedan en el olvido.
Actualmente David Viloria alberga ya a 1.547 privados de libertad y está dividida por módulos.
Módulo I tiene a 280 mujeres que es el conocido Rodeito, módulo II cuenta con 181 internos que es el antiguo anexo femenino, módulo III hay 262 y está ubicado en el área de mínima, módulo IV ubicado en el área de observación tienen a 149 reos, módulo V en el área de educativa están 133 internos, módulo VI que es el destinado a enfermería se encuentran 121 personas y módulo VIIA con 270 y módulo VIIB con 151, son en las áreas de máxima del penal. Media se encuentra en recuperación, estos privados de libertad no tienen contacto entre sí y no cuentan con los llamados desplaces.
Para Humberto Prado, director del Observatorio Nacional de Prisiones en el Internado Judicial David Viloria existe ya un hacinamiento de un 12 %, porque continúan siendo la misma capacidad de reclusión de cuando fue construida, solo que sus espacios están siendo rescatados.
Asimismo manifiesta que existe un problema muy grave y es la presencia de reclusos de otros estados en el penal, porque esto les está quitando un cupo a los que permanecen en la comandancia de Polilara, que actualmente se encuentra abarrotada.
Denuncia con una carta
A través de una carta que hicieron llegar las privadas de libertad del Internado Judicial David Viloria, denuncian las condiciones pésimas en las que se encuentran.
Manifiestan que el calor es insoportable, no cuentan con áreas deportivas, culturales y educativas, son sacadas por horas de las celdas y si alguna se llegase a quejar o comete una falta, todas son castigadas por igual.
“Nos cortan el pelo, nos meten corriente, nos maltratan física y verbalmente, somos esposadas todo un día bajo el sol y luego nos echan un balde de agua, nos ponen a hacer orden cerrado como los militares y no toman en cuenta los estados de salud, ni la edad de algunas mujeres, constantemente amenazan con quitar la visita y la poca comunicación que tenemos con los familiares», expresa la carta.
Asimismo indican que a pesar de que poseen informe forense no les son pasados los medicamentos y mucho menos sacadas a un centro asistencial, no les permiten pasar má s de 3 galletas, 3 panes, 3 chupetas, 3 caramelos y un refresco y los implementos personales no llegan completos.
Describen que la comida no es saludable, cuando les dan desayuno son: bollos engomados con mortadela verde porque se encuentra descompuesta, un pan duro con un huevo sancochado y fororo, de almuerzo tienen arroz con mortadela o con arvejas, pastas mal cocidas y sopas en mal estado. Aseguran las reclusas en la carta que la comida es servida con gusanos, pelos, uñas, cucarachas y hasta moscas.
«A un año de la mal llamada intervención que no fue más que una masacre para los privados de libertad, seguimos esperando los grandes proyectos de humanización que expone como objetivo principal la ministra Iris Valera, donde los derechos a resaltar son salud, alimentación, educación y trabajo, lo cual contribuye a la reinserción a la sociedad para una mejor calidad de vida. Pero cuando nos trasladaron hacia otros penales nos hicieron pasar por situaciones deplorables, además que no pensaron en el trabajo que pasarían los familiares para ir a visitarnos y todo el calvario para ser trasladadas a tribunales, ahora bien que ya no somos forasteras, que estamos en nuestro penal de origen y nos están aplicando un nuevo régimen penitenciario que no hace más que violar nuestros derechos», indican las privadas de libertad en la carta en donde por último no hacen más que pedirle a Dios y a la Divina Pastora que las proteja de tanta maldad y humillación por la que actualmente están pasando.