Motivado por un artículo del Dr. Ramón Guillermo Aveledo en este mismo diario, me atrevo hacer un comentario relacionado con nuestro parque, para exponer motivos que la juventud no conoce.
Hay un refrán muy antiguo que dice: “Mas sabe el diablo por viejo que por diablo”. Conocí a Don Pablo Terán que era el famoso placero cuidador del parque, es difícil describir la belleza natural que era nuestro parque, ya que habían por las orillas de las aceras rosas y flores de todas clases y diferentes bellezas, pero nadie se atrevía a cojerlas o maltratarlas, había un respeto. La vegetación era frondosa, enormes arboles donde habían palomas caseras por montones, ardillas, iguanas , hasta una pereza. Habían unas fuentes preciosas que fueron robadas , hasta decían que un militar se había llevado una dando mal ejemplo. Recuerdo que en la entrada del parque estaba prohibido el paso de camiones cargados, además de una chistosa anécdota, estando estudiando sexto grado fuimos al parque a recibir clases de botánica y a un compañero de clase le pregunto el maestro ¿Carmelo que le pasa a una hoja cuando se seca? Y éste le contestó, se muere, aquello fue motivo de risa entre los demás compañeros. Hoy en día el nuestro emblemático parque luce abandonado, hasta la grama se ha secado en algunas partes, cerca de donde hicieron un pequeño parque infantil, algo que mucha gente ha criticado, no sé hasta que punto esto es factible, pero lo que sí es cierto es que justamente en esa parte la grama se ha secado totalmente y en parte de ve la tierra pelada. Pero de todas estas anomalías la que parece más absurda es que nuestras autoridades hayan permitido esos abusos y no hayan tratado de recuperar ese glorioso pensamiento del padre de la patria dedicado al gran Mariscal de Ayacucho, recuerdo una pequeña estrofa que decía así:
Como ciudadano la justicia
Como soldado la victoria
Como amigo la lealtad.
A este hermoso pensamiento le fueron arrancando las letras poco a poco y nuestras autoridades nada hicieron para evitarlo, hasta que hoy en día no queda nada del hermoso pensamiento de nuestro Gran Libertador Simón Bolívar.