Los aminoácidos ramificados son aminoácidos que contienen una estructura ramificada que los diferencia de la forma lineal del resto. Están clasificados dentro del grupo de los esenciales, por lo que la única manera de poder obtener los aminoácidos ramificados es a través de la alimentación.
Se conocen tres tipos de aminoácidos ramificados: Leucina, Isoleucina y Valina, cuya combinación supone casi la tercera parte de los músculos esqueléticos del cuerpo humano.
Funciones más importantes de los aminoácidos ramificados
Función reguladora de la síntesis proteica: Ayuda a frenar el catabolismo (destrucción) de los músculos esqueléticos, favoreciendo la síntesis proteica y ayudando a una mayor regeneración muscular.
Precursores de la glutamina y alanina: Los aminoácidos ramificados ayudan a crear estos aminoácidos que forman parte de la musculatura de nuestro organismo.
¿Cuándo es aconsejable tomar aminoácidos ramificados?
Cuando se trabaja con ejercicios de fuerza: Ayudarán a una menor pérdida de musculatura, a una pronta recuperación muscular y a combatir la fatiga “cerebral”.
Operaciones quirúrgicas o enfermos de cáncer: En ambos casos el catabolismo proteico es elevado, por lo que ayudará a controlar la pérdida muscular.
¿Cómo se suelen vender?
La presentación más habitual de los aminoácidos ramificados suele ser en forma de:
Cápsulas.
Están presentes en los polvos de proteínas que se utilizan para los batidos.
En forma de polvo de manera sintetizada (sólo aminoácidos ramificados)
Precauciones con los aminoácidos ramificados
Un exceso de aminoácidos ramificados puede provocar niveles elevados de amoniaco en sangre, producir efectos tóxicos en el organismo y/o alterar la absorción de agua intestinal, además de producir posibles lesiones en el riñón.