Papita, maní, tostón se convirtió esta semana en una de las pocas películas venezolanas que lograron sumar los 500 mil espectadores en apenas su primer mes de exhibición.
Durante los primeros 30 días luego de su estreno, ha sido común que en los cines de Venezuela estén agotadas la entradas para disfrutar de la ópera prima del director Luis Carlos Hueck.
Los buenos comentarios han llamado la atención de los cinéfilos que se han acercado a las 55 salas de cine donde se proyecta la película venezolana cuya historia está inspirada en el deporte que une a los habitantes de este país.
En toda la historia del cine venezolano, Papita, maní, tostón pasa a ser la película número 19 que logran tan alta cifra de espectadores en apenas 32 días.
Así fue como Luis Carlos Hueck la botó de jonrón al atreverse a ilustrar una historia de amor entre los eternos rivales del béisbol: Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes.
Los jóvenes Juliette Pardau y Jean Pierre Agostini, debutaron en la pantalla grande convertidos en Julissa y Andrés, quienes se cruzan por error en un estadio y terminan enamorados.
Él, seguidor acérrimo del Caracas, y ella, la fanática número uno de sus rivales.
Juntos se las ingenian para hacerle creer a sus familias y amigos, que son del equipo contrario, generando ocurrentes y divertidas situaciones.
La relación de Andrés y Julissa resume el sentimiento de los venezolanos y su fiebre por el béisbol, el amor y el valor de la familia junto a los verdaderos amigos, esos que crecen juntos.
El venezolano amigable, buena gente y optimista, es ese que se refleja en la pantalla de cine a través de una comedia de amores y enredos.
Miguel Ángel Landa, Emilio Lovera, José Roberto Díaz, Vicente Peña, Elías Muñoz, Juan Andrés Belgrave, Vantroy Sánchez, Ana Terrero, Orlando Ruggiero y Pedro «Budú” Pérez, son algunos de los actores que le dan vida a Papita, maní, tostón.
Por estos días, los actores han iniciado una gira de salas de cine junto a las mascotas de los equipos rivales.
Las actividades comenzaron en Caracas, pero la producción se alista para invadir las salas de cine del resto del país, a fin de sorprender a los cinéfilos que ríen a carcajadas con este trabajo que deja en alto la producción nacional.
Nuevas historias
Dos meses de ensayos y siete semanas de rodaje, fueron empleadas para darle vida a esta producción cinematográfica que, según ha dicho su mismo director, será replicada con una película que enfrenta al Madrid-Barcelona, y en otra brasilera inspirada en el fútbol.
Tras este éxito, Luis Carlos Hueck, quien estudio cine en Los Ángeles, sigue empeñado en hacer películas venezolanas y para el público de América Latina.
El “bateador designado” del cine venezolano, es además unos de los escritores del show más corto de la radio: Los 10 de Bobby Comedia.
