Para el escritor, poeta e historiador, mi apreciado Don ALFONSO JIMENEZ; en la víspera de su dicha centenaria, es un compromiso confortante brindar una semblanza a un hombre de esos poquísimos que cuentan con el Don cuasi teológico de estar en muchos lugares a la vez.
Uno de los hombres con las más grandes y gratas consideraciones, repartiendo sabiduría sin ninguna mezquindad dando lo mejor de sí en todo momento.
Un alma noble aquilatada por cronos como un fidedigno embajador de la paz mundial. Erudito, noble y austero, quien en lo material actúa como san Francisco. Cito “para vivir necesito muy poco y lo poco que necesito lo necesito bien poco”.
Desde su residencia La Parra, comparte sabiduría y don de gente, con la crema y nata de la intelectualidad larense y nacional. Este pilar marmóreo en carácter y suave algodonada en trato cariñoso, frotado de donaire por los años; mente lúcida para el logro del bien y siempre atinado en sus sabias actuaciones. Erudito y justo a carta cabal.
Como presidente de la Asociación de Escritores del estado Lara (Asela), insigne intelectual y moralista, ha sabido representar ante el mundo de la cultura los más gallardos intereses y vivencias de las letras y los letrados, Antología vital de lo sublime.
Yo como admirador y entrometido en el mundo de las letras doy gracias a Dios por tener amigos como este ilustre caballero don Alfonzo Jiménez; cid del bien y la mesura, admirado y respetado por quienes tenemos el placer de conocerle en su vasta dimensión humana, curtida de sabiduría de la buena y bondad de la noble.
En grado sumo un profesor de los conocimientos más elevados del género humano, abonados con equidad y gracia humilde, como su vida casi centenaria de éxitos y lucha digna. Todavía con la vitalidad de la juventud.
Inquieto hacedor, entre sus proyectos tiene en la mente y ya bien adelantado formar una coral con los integrantes de Asela. No tengo duda de que esto será una realidad por conocer el personaje, cuando lo escucho hablar me siento como uno de sus integrantes.
Alfonzo Jiménez, hombre de espíritu y mente joven, ha demostrado que la madurez es un estado de fuerza, “el tiempo madura al hombre no lo acaba” los planes no deben morir tampoco la creatividad, mucho menos perder la curiosidad ni renunciar al entusiasmo; y de eso está sobre cargado nuestro amigo Alfonzo Jiménez.
Si existiesen personajes que reúnan las cualidades y valores como las de este ilustre profesor, contaríamos con un mundo y un país distinto. Con las bondades necesarias para atreverme a decir que hasta podríamos regirnos por nuestras costumbres y convertir la diatriba en convivencia.
¡Salud y mucha vida poeta!
………….Unidos por la producción nacional………….
