Nadie puede hacer el mal impunemente. Eso ha quedado demostrado dolorosamente para los venezolanos a raíz de la nueva metida de pata del gobierno, quienes a través de la infeliz y desangelada ministra Delcy Rodríguez, buscando dañar la imagen de un grupo de personalidades opositoras que decidieron aprovechar el receso navideño para visitar diversos destinos en el extranjero, publicó malévolamente el listado de esos viajeros. La reacción multitudinaria fue que a través de las redes sociales se desató una avalancha de difusión de fotos de los más variopintos enchufados, encabezados por la infeliz Delcy Rodríguez, dándose la gran vida, sin limitaciones de divisas of course, en los más variopintos lugares del mundo capitalista, preferencialmente en el tan “odiado” imperio.
Sin embargo, el destino les tenía reservada una amarga lección a quienes sólo ven en la política una actividad en la que pueden perjudicar con impudicia a conciudadanos de toda índole. Una personalidad de relevancia internacional, Miss Venezuela 2004, modelo y actriz Mónica Spears y su familia cometieron el gravísimo error de trasladarse a vacacionar en nuestro desgraciada y olvidada de Dios Venezuela a pasar el feriado decembrino, y al igual que muchísimos turistas extranjeros no pudieron sobrevivir para contarlo; con el consiguiente descrédito mundial para nuestro país. Una raya más.
El mundo sabe muchas cosas negativas sobre Venezuela. Conocen al dedillo que al frente del Poder Legislativo se encuentra un troglodita cavernícola a quien no le tiembla el pulso para organizar una cobarde golpiza contra parlamentarios indefensos, regodeándose en humillar a sus adversarios políticos, con lenguaje de portero de burdel, cual si estuviesemos en la época del oscurantismo. Ese mismo troglodita que no tuvo empacho en destrozar cualquier posibilidad de diálogo entre gobierno y oposición.
Nicolás Maduro, que por más que se empeña en aparentar que gobierna siembre termina desmentido por varios factores que se dedican a demostrar que son ellos los que mandan, perdió una oportunidad única de bajar la conflictividad y buscar un temporal armisticio que le permitiera afrontar la tormenta económica que se le viene encima en forma inminente. Además, Colombia llegó ya al millón de barriles diarios de petróleo y sigue en aumento. Brasil se apresta a iniciar la producción de sus nuevos campos costa afuera y en 2015 Estados Unidos espera pasar a ser el primer productor mundial de petróleo e Irán maneja muy bien las negociaciones nucleares y pronto volverá al ruedo petrolero. No hay que ser un gran adivino para anticipar las consecuencias de eso.
Sumado a ello Maduro y su desgobierno heredado siguen destruyendo lo que queda del aparato productivo y ahora quieren acabar con el sector comercial. Y con el cuento de los “precios justos” los productores agropecuarios lo pensarán mucho antes de regalar su esfuerzo. Nadie trabaja para perder. Y si nuestro ingreso en dólares baja y no producimos alimentos, no quiero ni pensar en el resultado.
La muerte de Mónica Sears y su esposo, las heridas de su hija de 5 años podrían ser una nimiedad para lo que se nos viene encima. Quiera Dios hacer un milagro y que Iván Simonovis pueda curarse de sus enfermedades. La vida les está dando a los soberbios y sectarios una muy amarga lección.
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