El final de la primera etapa tuvo color “azurro”. Un italiano, Rino Gasparrini, de 21 años, salió airoso en un apretado embalaje, delante del nativo Enrique Díaz y de su compatriota Francesco Chicchi, para convertirse, de manera inesperada, en el primer líder de la Vuelta al Táchira, tras correrse el tramo inicial de 119 kilómetros, siempre en terreno plano, desarrollado a sol radiante, con el máximo nivel de calor en horas del mediodía, justo cuando el pelotón pasó por la línea final.
Gasparrini, integrante del equipo MG Trevigiani, no se asomó ni gastó fuerzas en los kilómetros precedentes. Guardó lo mejor de sí para la pulseada final y se mostró como un embalador fuerte, de mucha potencia, lo que le hizo superar con relativa facilidad a Díaz y Chicchi. Le dio tiempo, incluso, de levantar los dos brazos y festejar el triunfo frente al puñado de aficionados que aguardaban en las inmediaciones de la llegada.
El tiempo del sorpresivo ganador fue de 2 horas, 42 minutos y 35 segundos para el trayecto recorrido entre Guanare, donde hubo un circuito de tres circunvalaciones, y Barinas, con tránsito por la carretera vieja, entre bonitos paisajes, puentes y ríos.
“La verdad fue una etapa muy dura, con mucho calor, pero la sacamos adelante y pudimos lograr este importante triunfo”, señaló Gasparrini en sus declaraciones posteriores al cruce por la sentencia.
Los equipos venezolanos como Lotería del Táchira y Gobernación de Mérida no se preocuparon por buscar la porción de ayer, en clara señal de querer reservarse sus fichas para otras jornadas más determinantes.
Hubo, incluso, permiso para fugas. Dos colombianos de la marca Formesan, Julián Rodas y Jaime Ramírez, estuvieron un largo tiempo escapados, con diferencia cercana a los cuatro minutos, pero fueron atenazados a poco de la meta.
Rodas, un corredor de categoría que registra en su carrera logros de relevancia como un podio de Vuelta a Colombia, hizo suyos los tres últimos premios intermedios de la jornada (kilómetros 42, 72 y 93) y, a la vez, asumió el liderato de los premios esprint, aunque lo más importante fue que con su estrategia hizo que el jefe de filas de la escuadra colombiana, Félix Cárdenas, evitará gastos innecesarios en la fecha de arranque.
Tras la captura de los cafeteros, a 13 kilómetros de la llegada, el trabajo de poner ritmo y controlar la carrera lo asumieron los italianos del Yellow Flou, escuadra continental que buscaba ponerle sello a la jornada con Chicchi –ya había ganado el primer esprint- pero su estelar embalador no respondió y el italiano de otro elenco, Gasparrini, tuvo más arrestos y fuerza para cruzar victorioso en los alrededores de la Plaza Los Mangos.
La segunda etapa, este sábado, comprende un difícil trayecto de 200 kilómetros –el más largo de la justa- entre Socopó y Táriba (Táchira), que promete ser movido, con ataques y contraataques entre loteros y merideños.