Entre las promesas y peticiones para el año nuevo, la mayoría de las personas incluyen además de un nuevo trabajo, la búsqueda de pareja o hijos, uno de los más recurrentes y olvidadizos de todos estos compromisos: adelgazar y buscar un estilo de vida más saludable.
Siempre a fin de año, la mayoría de las personas se proponen cambiar sus hábitos, buscando una figura más esbelta y sobre todo la salud física y mental, para ello en enero comienzan con las rutinas de ejercicio dietas, para primero bajar esos kilos de más que se acumularon gracias a las cenas y compartir navideño.
Sin embargo, muchos olvidan que no es un cambio que deben hacer a la ligera. Para obtener verdaderos resultados y cambiar los hábitos es necesaria la asesoría de especialistas que, de acuerdo a su peso y condiciones físicas, puedan indicar una rutina adecuada y la dieta para acompañarla.
David Jiménez, entrenador físico, explicó que para cumplir esas promesas que nos hacemos para el año nuevo, lo primero que debemos hacer es un compromiso personal, que nos permita llegar al éxito.
“Debemos tener un enfoque claro de lo que necesitamos, cuál es la meta que nos trazaremos para bajar de peso y cuánto tiempo durará ese proceso de cambio”.
Recordó que debe ser una transición para que la pérdida de peso sea de manera saludable. “No se pueden perder todos esos kilos acumulados en una semana o un mes. El cambio debe ser progresivo para que perdure en el tiempo y podamos adquirir hábitos saludables a largo plazo, con motivación constante”.
La asesoría nutricional es importante, la combinación de los diversos grupos de alimentos en cada comida, representa el 90% de hábitos para el cambio. “Se deben realizar tres comidas al día y tres meriendas pequeñas, combinando frutas, verduras, proteínas y carbohidratos de forma moderada.
Una buena alimentación no s e trata de suprimir alimentos sino de comer de todo pero sano”.
Sólo el 10% de este cambio lo representa el ejercicio, que para aquellas personas que no se encuentran acostumbradas a realizarlo, pueden comenzar con una simple caminata en un parque, para ir acondicionando el cuerpo a la actividad física.
“Si una persona quiere activarse debe comenzar por caminar y progresivamente incluir otras actividades para que su cuerpo vaya eliminando esa energía acumulada.
Buscando siempre asesoría de una persona con conocimientos sobre ejercicios o ir a un gimnasio donde puedan atender a la persona para que el proceso sea más efectivo”.
Lo importante es ser constante y no perder la motivación.
Los cambios se realizarán progresivamente en mente y cuerpo, ayudando a que disminuya la talla y el peso, pero lo mejor, cambiará el estado de salud de la persona.
Diversos grupos de trote, caminata, TRX, yoga y Tai – Chi, se concentran cada fin de semana en las instalaciones del Parque del Este, una buena opción para motivarse al ejercicio y compartir con ellos su disposición al cambio hacia una vida saludable.