A las tres de la madrugada de ayer dejó de existir el agricultor Irene Antonio Suárez Pire, de 50 años, quien había resultado con graves lesiones al ser arrollado por un motorizado, no identificado, cuando salía del club “El Negrito”, de Santa Inés, municipio Urdaneta, de una fiesta de fin de año.
El accidente ocurrió precisamente a las tres de la madrugada del 29 de diciembre y dada la hora, precisamente cuando la vía estaba desierta, no fue posible identificar al causante del arrollamiento, quien una vez que vio caer al infortunado transeúnte, en lugar de auxiliarlo, desapareció del sitio.
Quienes quedaban a esa hora en el club, al darse cuenta del hecho, procedieron a trasladar a Suárez Pire al ambulatorio de la población, donde los médicos al observar el cuadro que presentaba decidieron remitirlo al Pastor Oropeza, de Barquisimeto.
El hombre vivía en la entrada del caserío Las Topias, de donde salía todos los días a trabajar como agricultor de lunes a viernes, mientras que los fines de semana se dedicaba al comercio. Era padre de dos hijas.
Sus familiares, quienes aguardaban la entrega del cadáver en la morgue del hospital central Antonio María Pineda, dijeron que Suárez Pire sufrió complicaciones después de las lesiones sufridas en el arrollamiento y a pesar de los esfuerzos de los médicos para salvarle, murió.
Manifestaron que el uso de las motocicletas se ha convertido en un serio problema para los habitantes de Santa Inés, ya que los motorizados andan como alma que lleva el diablo, ayudados por la impunidad cuando causan una muerte.