El Mercosur entró en una fase de normalización política con la reincorporación plena de Paraguay y el aval que faltaba al ingreso de Venezuela, para afrontar las diferencias internas y la demorada negociación con Europa, señalaron analistas.
El Congreso de Paraguay aprobó finalmente la entrada de Venezuela tras varios años de cabildeos, lo que tiene el doble valor de darle completa legalidad tanto la presencia de Asunción como a la de Caracas en el bloque.
«Es una señal de que se están emprolijando grandes desórdenes y conflictos desatados en 2012 y agravados en 2013, como la salida de Paraguay, la entrada de Venezuela y los cuestionamientos de Brasil y Uruguay a Argentina», dijo a la AFP Mauricio Claverí, analista de la consultora argentina Abeceb.com.
Paraguay, cuyo congreso fue el único que desde el 2006 se resistió a aprobar el protocolo de adhesión venezolana, alegando violaciones de los derechos humanos en el país caribeño, fue suspendido del bloque por la destitución del presidente izquierdista Fernando Lugo en 2012, en juicio político, acusado de «mal desempeño».
El bloque consideró que Lugo no tuvo tiempo para ejercer su defensa ante el Congreso.
En la misma cumbre en la ciudad argentina de Mendoza (oeste), el mercado común reducido a Argentina, Brasil y Uruguay dio luz verde a la entrada de Venezuela, pero faltaba la aprobación del congreso paraguayo.
«Lo que sucedió (con Paraguay) es costoso, deja marcas y no se va a resolver solo con una votación del Congreso, pero todo va a terminar dando señales de normalización. Paraguay asumirá la presidencia pro témpore (en Caracas) y al negociar con la UE se le abre camino para tener un protagonismo mayor», agregó Claverí.
El analista destacó el hecho de que se le haya otorgado a Paraguay «el poder de la negociación para elaborar la oferta del Mercosur a la Unión Europea (UE) y de esa manera se fue alineando a Asunción con los objetivos del bloque».
Las conversaciones «se presentan complejas, especialmente por la posición argentina que se resistía a avanzar en las negociaciones con la UE», dijo a la AFP la economista paraguaya Gladys Benegas.
Las importaciones argentinas «se dificultan por la falta de dólares, además de las barreras comerciales que impuso y su política proteccionista», añadió Benegas.
Los tiempos de la negociación se reducen y si fenece el mandato de las autoridades legislativas actuales de la UE las negociaciones que comenzaron en 2004 «se van a retrasar nuevamente», admitió.
En cuanto al comercio propiamente dicho, Europa no se ve comprometida con el Mercosur en el mercado de productos agrícolas, según Gladys Benegas.
La economista dijo que «con sus problemas internos y el proteccionismo de Argentina y Brasil, el Mercosur es un peso muerto y resulta más atractiva la Alianza del Pacífico».
La ex ministra paraguaya de Defensa María Liz Arnold advirtió que la política de «hechos consumados» que se ratificó con la aprobación del protocolo de adhesión de Venezuela el miércoles «pone en peligro el cumplimiento de otros acuerdos internacionales, en perjuicio de países menores como el Paraguay».
En cambio, Claverí dijo que la situación del bloque «será más consistente y tranquila, con Paraguay asumiendo la presidencia pro témpore y negociando con la UE».