Aferrados a la frase “Dios está con nosotros” se encuentran los familiares de Marialbis Patricia Carrasco Sánchez, 32 años, quien desde el 15 de abril de 2011 se encuentra tras las rejas, cuando le habría pedido la cola en Sanare a un hombre que se trasladaba en un carro Spark dorado, y a unos kilómetros los detuvo una comisión policial, quienes determinaron que el vehículo era robado.
La dama fue aprehendida pero según su propia versión, ella es inocente de todo, pues solamente buscaba la llevaran de vuelta a Barquisimeto luego de la celebración del bautizo de su ahijada. “Ella no sabía nada de lo ocurrido. Desde entonces hemos pasado mucho trabajo porque primero la mandaron a Uribana. Cuando sucedió la masacre en enero la trasladaron hacia Coro. Hace tres meses volvió a Lara”, comentó Belkys Carrasco, una de sus siete hermanas.
El retardo procesal penal ha sido una de las causas por las cuales aún no se ha definido el futuro de Carrasco Sánchez, pues la audiencia preliminar se ha suspendido en varias oportunidades, incluso, para el pasado lunes se tenía prevista una la cual se dejó para el próximo 28 de enero, porque no llegó el traslado desde Trujillo donde venía el chofer del carro donde le dieron la cola a la mujer.
“En la preliminar él admitió los hechos y ella no, por eso la mandaron a juicio desde hace año y siete meses que no se ha iniciado. Entre noviembre y diciembre se ha suspendido en cuatro oportunidades la audiencia”.
Los allegados de Marialbis Patricia han buscado la manera de que sea beneficiada con el Plan Cayapa, lo cual no ha sido posible, porque la juez de juicio número dos, Elaida Díaz, no ha asistido. “Ha sido duro todo este tiempo, ahora por lo menos podemos visitarla”. Ella tiene cuatro hijas de 10,12,13 y 16 años, “hemos apelado el proceso pero sin respuesta aún”.
Este miércoles en la mañana se apostaron en las afueras del Centro Penitenciario David Viloria y con pancartas en mano exigieron se agilice el proceso para que dejen en libertad a Patricia, como ellos la llaman, y de esa manera vuelva a su casa. “Ella es una mujer trabajadora, para el momento de su detención cuidaba a un bebé en Indio Manaure. Hay rumores que hoy (ayer) se va a dar el (Plan) Cayapa”.
El tiempo detrás de las rejas ha sido un calvario para la dama, “tanto así que hasta le cortaron el cabello cuando ella lo tenía largo”, pero la esperanza para ella no está perdida, por eso durante este tiempo ha buscado mantener un excelente comportamiento, y durante los ratos de ocio aprendió a tocar contrabajo y ahora pertenece a la orquesta sinfónica de la cárcel.
Hallacas sin lágrimas
La Navidad es una época de paz y encuentro con la familia, por eso al acercarse la fecha de la celebración del nacimiento del Niño Jesús, estas personas sufren, pues ya sería el tercer año “de manera injusta” que pasarán sin una de las consentidas de la casa. “¡Queremos que las hallacas que tengamos no sean con lágrimas!”.
Para ellos, la injusticia en Venezuela recae sobre personas inocentes, “muchos de ellos son recuperables porque han caído injustamente en instituciones como esta donde manda la delincuencia. Los funcionarios públicos deben dedicarse a darle beneficio primero a los inocentes y no a malandros que en lo que salen reinciden”.