Un parque industrial, también llamado cinturón industrial, polígono industrial o zona industrial, es un espacio territorial en el cual se agrupan una serie de actividades industriales, que pueden o no estar relacionadas entre sí, dispuestas en un terreno favorable, con fuentes de energía, transporte y mano de obra.
En agosto de 2000, en el municipio Palavecino se comenzó a hablar con insistencia sobre la instalación del parque industrial de la ciudad, solar que ya existía y que en la gestión de Diego Antonio Rivero, comenzó a concretarse.
No sería sino hasta agosto de 2006, cuando en el gobierno municipal de la profesora Aura Contreras, se levantaría el proyecto de Comdipal, Zona Industrial de Palavecino que suponía la adecuación de los predios antes mencionados, ubicados en el sector La Montaña, colindantes con el caserío La Aguada, en la privilegiada zona rural del municipio.
Una visión de ciudad
Luis Gil, expresidente de la Cámara de Comercio de Palavecino y actual directivo, señala que la visión de Comdipal era dotar a la ciudad de Cabudare de una zona industrial acorde con los requerimientos de su desarrollo, fortaleciendo la actividad en todos los sectores productivos, creando bienestar social y económico para enfrentar de manera clara y decidida la generación de nuevos empleos, entre mil y dos mil, directos e indirectos.
Expresa que Comdipal nació mucho antes de comenzar a hablarse de desarrollo endógeno, que era en sí la misión del vivero industrial naciente, por tanto, su creación suponía la creación de una importante infraestructura industrial que permitiera -en el mediano y largo plazo-, la instalación de microempresas comunitarias, así como medianas y pequeñas empresas que permitieran el afianzamiento económico, facilitando en la primera etapa a Palavecino y a Comdipal, importantes oportunidades de negocios y comercialización tanto en el parcelamiento como en la promoción de los sectores agrícola, agroindustrial, minero, artesanal, manufacturero, comercial y de servicios.
Recalca que la zona industrial de Palavecino, sigue siendo un proyecto anhelado por los empresarios -pequeños y medianos- del municipio, con el objetivo de organizar el vivero de empresas existentes desde hace unos 30 años, establecer nuevas y darle perfil de ciudad a Cabudare.
Actuación de la Cámara de Comercio
Explica Gil, acompañado de Fernando Gálvez y Ramón Medrano, director y presidente de esta institución que agrupa a los comerciantes de Palavecino, que esta cámara, en su buena intención de promover el desarrollo económico de Palavecino, ha insistido a los diferentes gobiernos, en el planteamiento de generar un área para el desarrollo industrial legalmente cobijada por el Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL).
Para concretar este ambicioso plan, la Cámara de Comercio de Palavecino aportó, en 1998, un terreno de cuatro hectáreas y propuso al municipio, en la gestión de Freddy Alberto Pérez, la creación de una compañía municipal para desarrollar el proyecto.
Los objetivos eran establecer, construir y desarrollar el parque industrial, instalando unidades de producción, compra y arrendamiento de inmuebles, instalar un vivero de empresas, y garantizar asesorías y capacitación a personas naturales y jurídicas.
Pero no sería sino hasta el gobierno de Diego Rivero, cuando se concretarían las primeras cuatro hectáreas con la primera etapa del Parque Industrial, correspondiente a 17 parcelajes industriales donde ya estaban establecidas algunas empresas y 50 parcelas adicionales para situar empresas como Comdipal, cooperativas, donde actualmente funciona Imfomcrepal, que pertenece a Comdipal, una compañía anónima del municipio (70%) y 30% de los empresarios reunidos en la Cámara de Comercio.
Gálvez y Medrano aseguran que en las gestiones de Rivero y Contreras, el proyecto de parque industrial tuvo apoyo, hasta el punto de precisar otro acuerdo entre Cámara de Comercio y municipio, de adquirir más hectáreas que permitieran la incorporación de más empresas manufactureras y de producción para el auge de la entidad local.
Se alcanzó conseguir 32 hectáreas adicionales, sobre las cuales se desarrolló lo que se denomina Proyecto Zona Industrial II, que pretendían ser divididas en 150 parcelas industriales de 1.100 a 2.800 metros cuadrados con servicios de agua, electricidad y gas, trabajo desarrollado por un cuerpo de especialistas de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.
Acotan que el proyecto reposa en los archivos muertos de la Alcaldía de Palavecino, en donde desafortunadamente para el Municipio, durante los cuatro años del alcalde Richard Coroba, la zona industrial estuvo sepultada en el más cruel olvido.
Hasta un pozo profundo, de tres ubicados en la zona, fue desmantelado luego de ser construido por la Gobernación de Lara y Comdipal, que aportaría unos 50 litros de agua por segundo.
Hoy, los predios del parque industrial son un vertedero de desechos sólidos, patio para desvalijar carros, lugar de invasiones bajo la mirada complaciente tanto de la Alcaldía como de la cámara municipal.
Gil, Gálvez y Medrano, estiman reunirse en la brevedad con las nuevas autoridades municipales a fin de reactivar el proyecto de Zona Industrial de Palavecino, de lo contrario, será complejo sostener la jurisdicción con los tributos. El desarrollo de las regiones se logra aportando incentivos a los industriales y productores, generadores de empleos.
