Los vendedores de verduras y hortalizas del sector La Playa, en el Mercado Mayorista de Barquisimeto (Mercabar), padecen y por ello se quejan. El principal inconveniente -de muchos otros- es la inseguridad.
“Por aquí vemos a los malandros especialmente en horas de la madrugada”, cuando la luz es poca y la vigilancia insuficiente. Es también momento en el cual la mayoría de los clientes adquiere sus productos para ser vendidos en el día.
En Mercabar se maneja, en la mayoría de los negocios, dinero en efectivo. El proceso de compra-venta hace que billetes y monedas circulen rápidamente, y es allí, cuando la delincuencia ataca.
Al menos una historia diaria se suma a la larga lista de robos cometidos en Mercabar, sin que las autoridades como Guardia Nacional y Policía Municipal puedan paliar un poco el flagelo, debido a la poca cantidad de éstos presentes en el principal mercado de alimentos de Venezuela.
“En estos días vimos a un muchacho corriendo y pensamos que era un ladrón. Pocos minutos después vinos que venía un comerciante chino todo golpeado y con el pantalón roto. Le habían quitado todo el dinero que iba a invertir”, narró Enrique Querales, vendedor de cilantro.
Vendedores observan esta situación y la consideran injusta, ya que por la dimensión e importancia de este punto comercial, debería existir una política de seguridad mejor diseñada dirigida no sólo a quienes ofrecen mercancía sino para quienes la compran.
“Son muy pocos los guardia nacionales y policías municipales que por aquí vigilan, por ello pedimos a la gerencia del mercado y a la alcaldesa Amalia Sáez que envíe refuerzos para este lugar ya que estamos azotados por los delincuentes”, agregaron comerciantes.
Poco importa a quienes hacen vida comercial en el lugar los olores desagradables que emanan desde cada rincón, pese a la existencia de baños públicos. “Lo que necesitamos es seguridad, ya nos acostumbramos a los olores”.
Dijeron que pocas veces al mes se instala en el sector La Playa un convoy de la Guardia Nacional, lo cual resulta insuficiente por cuanto solicitan la permanencia de los uniformados diariamente.
Por otra parte los carretilleros se quejaron del mal estado de las vías, las cuales presentan un avanzado estado de deterioro y afecta las extremidades con severos dolores, producto de la caída constante de las carretillas.
Piden atención de las autoridades, con urgencia.
Fotos: Ricardo Marapacuto