En la calle diagonal a la sede de EL IMPULSO, en la urbanización El Parque con la calle Juan Carmona, hay un colapso de cloacas. Olores nauseabundos brotan a lo largo de ese tramo, causando molestias entre los vecinos y trabajadores de la zona.
Los transeúntes tienen dificultad para cruzar la calle en medio de las aguas negras; la insalubridad se instala y quienes deben toparse con los líquidos putrefactos temen que la contaminación continúe.
La hidrológica no ha acudido al sitio para revisar cuál es el problema. Norma de Valera, vecina, declaró que la salud de niños y ancianos, así como del resto de habitantes, corre peligro.
De no contar con una pronta solución, los malos olores seguirán robando el aire puro.
Los otros afectados son los conductores de la línea de taxis privados, ubicada en las inmediaciones, porque no pueden aparcar sus carros en el área.
“Las aguas negras atraviesan justo donde estacionamos los vehículos; los clientes están molestos por la falta de atención de Hidrolara”, sostuvo uno de los profesionales del volante.
Herencia de huecos
El Parque tiene una pésima vialidad. Los huecos están formados en las principales calles, opacando la belleza del urbanismo del este barquisimetano y, al mismo tiempo, representando problemas para los conductores.
Desde hace seis meses, el deterioro de la capa asfáltica es evidente. Si bien la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) ejecutó a principios de año un bacheo en la zona, a las pocas semanas, el pavimento se arruinó en varios tramos.
En este sentido, es conveniente que el alcalde recién electo, tome en consideración no sólo la urbanización sino en otros lugares del municipio Iribarren donde existan vías en mal estado, como lo solicitaron los residentes.
Aunado a la vialidad, es igualmente necesario atender el tema del alumbrado público. Las luminarias fallan en la urbanización, perjudicando a quienes se encaminan hacia sus hogares en horas nocturnas o trabajan en los alrededores.
La Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) , de la mano con la Alcaldía de Iribarren, dijo Víctor Ferrer, otro de los vecinos, debe velar por el buen funcionamiento de las lámparas.
“Cuando no está iluminada la calle, los antisociales aprovechan para cometer sus fechorías; asaltan para llevarse dinero, carteras y hasta vehículos”, comentó.
En la urbanización solicitan patrullaje policial a tiempo completo con la finalidad de alejar a los delincuentes y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Entre las 7:00 y 9:00 de la noche, es un verdadero peligro, recorrer la zona.
