El vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, dijo este lunes que el gobierno analizará junto con el pueblo y el sector empresarial una posible alza a los precios de la gasolina en Venezuela, una de las más baratas del mundo.
«Hay que dar grandes debates en Venezuela, por ejemplo sobre lo fiscal, sobre el precio de la gasolina, comenzar a cobrar la gasolina, que no se cobra, damos más de propina», dijo Arreaza en una entrevista con la televisora privada Venevisión.
Una posible alza en las gasolinas, tema por momentos tabú en Venezuela, va a ser «estudiada» mediante «consultas con todo el país, con todo el pueblo, con los consejos comunales, con los empresarios privados, con todos los venezolanos», añadió.
El costo de la gasolina en Venezuela por litro es inferior a los diez centavos de bolívar (la moneda venezolana se cotiza oficialmente en 6,30 por dólar) y llenar un tanque de gasolina sale más barato que un caramelo.
Arreaza dijo que con acciones como estas se podría «equilibrar definitivamente la economía en Venezuela», que este año ha sido marcada por un retroceso en su crecimiento y por una inflación que a tasa anual se ubica en 54%, la más alta de América Latina.
El precio de la gasolina permanece congelado desde hace más de 20 años y en 1989, durante las protestas conocidas como el «Caracazo», el anuncio de un aumento de los combustibles fue uno de los detonantes.
Los bajos costos de la gasolina en Venezuela son aprovechados por contrabandistas para traficarla a Colombia, donde el litro se cotiza a más de un dólar. Según estimaciones oficiales, el tráfico de gasolina hacia Colombia le representa a Venezuela una pérdida de unos 1.400 millones de dólares anuales.