En el quinto episodio se decidió todo. Y como en partidos previos el relevo no cumplió. El derecho Raúl Rivero se metió en problemas y abrió las compuertas para Tiburones de La Guaira marcar un racimo de cinco anotaciones y permitirle tomar una ventaja que a la postre fue definitiva ante Cardenales de Lara. La pizarra final en el Universitario fue de 7-2.
Hasta entrar al fatídico inning, Rivero, con dos carreras admitidas, había tejido una buena labor. Pero se quedó sin “combustible” y empezaron los problemas. La decisión de Pedro Grifol -correcta- fue sacar al abridor y darle la bola a Rómulo Sánchez, pero el caroreño, caracterizado por ser un lanzador muy irregular, de noches extraordinarias en algunas ocasiones y vulnerable en otras tantas, vino peleado con el control y el equipo guairista aprovechó para abrir la pizarra.
Cuando Sánchez llegó al morrito, la diferencia era de apenas una carrera (3-2). Y cuando se marchó el juego estaba por tres anotaciones. El primer relevista usado por Grifol no sacó ni un out y Lino Urdaneta recibió el llamado para aplacar las cosas.
Otro día para el olvido del relevo, más allá de que la derrota haya sido para Rivero. El derecho admitió cuatro de las siete marcas del rival, pero era tarea de Sánchez mantener el juego cerrado y no lo logró. Y, no puede olvidarse, noche de bates pocos productivos, porque Lara golpeó casi la misma cantidad de indiscutibles que La Guaira, pero hizo muchas menos carreras. Por allí también se fue el desafío.
Así las cosas, se pierde una bonita oportunidad de entrar a esa zona de tranquilidad que significa estar en dentro de las cinco primeras plazas. Pudo haber amanecido cuarto el elenco cardenal, empatado con el mismo Tiburones, pero ahora está medio juego por debajo del quinto lugar, que marca el límite entre los clasificados y los eliminados. Eso sí, sigue vivo, en la pelea y con una semana por delante que luce decisiva.
Vale destacar que Alex Cabrera, hombre que es seguido día a día por estar cerca del récord de cuadrangulares para una campaña, pegó una pelota en la pared aunque sigue en 18, a dos de Baudilio Díaz.
Toma y dame
Durante los tres primeros episodios Rivero ofreció lo mejor de su recital y se impuso frente a la fuerte toletería litoralense. Apenas un hit le dieron en ese primer tercio del encuentro. Su rival, Tyson Brummet, recibió un indiscutible en cada uno de esos actos, pero igual sacó el cero.
Hasta que la pizarra finalmente se movió en el cuarto episodio. El primero en pegar fue el equipo crepuscular. Un doble de Luis Valbuena y un sencillo del brasileño Paulo Orlando dejó hombres en las esquinas. Brummet salió de Moustakas -que parecía el hombre grande del inning- con ponche, pero después recibió sencillo del incanzable Robert Pérez y la pizarra se puso 1-0. El siguiente bateador, Andrew Lambo, fue dominado, pero su rolata por la inicial sirvió para traer la segunda.
La respuesta de La Guaira llegó de forma inmediata, en la parte baja del mismo episodio, y también con un par de anotaciones (2-2).
Mala decisión
El amargo quinto episodio en que Lara recibió las cinco anotaciones ocurrió una situación que posiblemente pudo haberle cambiado la cara al partido. Rivero, ya con señales de cansancio, recibió doble de Miguel Rojas y sencillo de Jamie Romak, lo que dejó corredores en los ángulos.
Allí vino la jugada en cuestión.
Carlos Sánchez dio rodado a las manos de Rivero y el serpentinero se fue al plato para sacar a Rojas, cuando tenía la posibilidad de concretar el doble play que dejaba la entrada en dos outs y con la posibilidad de evitar el rally. De nada sirvió evitar la carrera de Rojas, porque después vino la debacle crepuscular.
Rivero dominó a René Reyes con rodado a la inicial, pero Romak aprovechó para meterse hasta el plato y poner la situación 3-2. Allí se acabó el juego para el iniciador de Lara y llegó al montículo Sánchez.
El caroreño abrió con boleto al poderoso Alex Cabrera, recibió sencillo de Salvador Pérez, entregó cuatro malas intencionales a Héctor Sánchez y también caminó a César Suárez. Con apenas un sencillo, La Guaira ya había anotado dos carreras. Tambaleaba Sánchez y Retherford le dio el tiro de gracia con un sencillo al centro productor de dos anotaciones. Allí, en el quinto episodio, se acabó el juego para Lara.
