Luego de la realización de las elecciones municipales, Vitalis hace un llamado a los partidos políticos y sus candidatos a que en forma mancomunada y en respeto a los ciudadanos, retiren toda la propaganda política electoral esparcida por el país.
Los técnicos de Vitalis recomiendan evaluar el tratamiento más adecuado para tales residuos o desechos, reutilizando lo que pueda reusar, reciclando los residuos, disponiendo en forma controlada aquellos desechos que así lo ameriten y evitando su incineración a los fines de disminuir la generación de gases de efecto invernadero que contaminen nuestra atmósfera y favorezcan el calentamiento global.
Vitalis recuerda que el marco jurídico vigente, específicamente la Ley de Gestión Integral de la Basura del 2010 en sus artículos 29 (Corresponsabilidad) y 34 (Deberes de los generadores), establece obligaciones específicas vinculadas a la generación de residuos y desechos que deben ser acatadas.
Asimismo, Vitalis hace un llamado al CNE a impulsar una política ecoeficiente de sus procesos electorales, a los fines de reducir la cantidad de residuos y desechos que se generen, así como evitar la incineración del material electoral, una vez concluyan los procesos y se realicen las auditorías correspondientes. En tal sentido, Vitalis recuerda que parte de los materiales pudieran ser reutilizados o reciclados, según su naturaleza y uso, siempre en el marco de la Constitución y las leyes.
Como referencia Vitalis señaló el tiempo promedio que este tipo de residuos puede tardar en degradarse en la naturaleza.
Panfleto o publicidad en papel: 1 año. El papel, compuesto básicamente por celulosa, no le da mayores problemas a la naturaleza para integrar sus componentes al suelo. Si queda tirado sobre tierra y le toca un invierno lluvioso, no tarda en degradarse. Lo ideal, de todos modos, es reciclarlo para evitar que se sigan talando árboles para su fabricación.
Banderines de plástico o viniles: 10 a 100 años. Tardan mucho en transformarse. El plástico queda reducido a moléculas sintéticas, invisibles pero siempre presentes. Sus componentes son altamente contaminantes y no se degradan.
Pancartas de tela: 20 a 35 años. Dependiendo del tipo de material y la pintura utilizada, su degradación en la naturaleza puede ser muy lenta.
Pendones con metal, plástico y madera: 100 a 200 años. Estas son las más rebeldes en transformarse. Casi todos sus materiales se pueden reciclar y/o reutilizar. Como poseen diversos tipos de materiales, tienen varias etapas de degradación.