Las comparsas de la Parranda de San Pedro, una tradición del norte de Venezuela desde la época de la esclavitud, ingresó este jueves en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, cuyo comité intergubernamental está reunido en Bakú.
La Parranda de San Pedro se realiza cada 29 de junio en las localidades de Guarenas y Guatire -en las afueras de Caracas-, donde coloridas comparsas de músicos, bailarines y trovadores conmemoran el milagro sanador que ese santo le hizo a la esclava María Ignacia.
«Todos los adultos y niños de las comunidades participan en esta fiesta tradicional, llena de vida, que simboliza y reafirma el espíritu de lucha contra la injusticia y las desigualdades», destacó la Unesco.
La fiesta, que se celebra desde mediados del siglo XIX, conmemora la promesa de la esclava María Ignacia a San Pedro de celebrarlo con danzas y cantos cada año para que la sanara de dolores y fiebres y para que pudiera nacer su bebé. Otras versiones cuentan que la esclava le pidió al santo sanar a su hija de viruela.
El santo hizo el milagro y la esclava cumplió su ofrenda danzando con sus mejores prendas y el cabello trenzado hasta que murió. Entonces, su esposo Domitilo continuó con la tradición vistiéndose de mujer y encabezando las comparsas.
Es por ello que la negra María Ignacia es representada por un hombre con vestido y largas trenzas, que baila en la procesión del santo con una muñeca en sus brazos, que simboliza a la hija de la esclava, Rosa Ignacia.
La comparsa está conformada por el abanderado, que guía el recorrido de la comparsa, un cargador del santo, y los «coticeros», quienes con sus alpargatas, que llevan trozos de cuero, hacen un sonido rítmico durante la danza y son acompañados con las notas del tradicional cuatro venezolano, maracas y cantos.
En 2012, la Unesco incluyó en su lista de patrimonio inmaterial a los Diablos Danzantes del Corpus Christi, una fiesta religiosa de raíces españolas, indígenas y africanas, que se celebra en varias comunidades de la costa venezolana y simboliza el triunfo del bien sobre el mal.