La principal industria del cañamelar en Lara, Azucarera Río Turbio, ha venido realizando, desde hace muchos años, una labor social importante en beneficio de sus trabajadores y las comunidades vecinas al ingenio.
El gerente general de la azucarera, ingeniero Ricardo Peña, aseguró que muchas de estas acciones sociales están plasmadas en el contrato colectivo como juegos deportivos internos y externos, fiesta infantil, condecoraciones por años de servicios, agasajo a los trabajadores.
Pero muy aparte de ello -asegura Peña- que han ejecutado una serie de programas para favorecer el bienestar de las comunidades como El Placer, El Mayal, El Taque, El Tamarindo, Papelón, Coco e’ Mono.
Menciona aportes significativos en dotación de materiales de construcción, equipamiento de mobiliario, tecnológico a escuelas rurales, así como operativos de venta de azúcar en momentos de escasez, para mejorar la calidad de vida de los alumnos y sus maestros.
Plan piloto
Peña refirió que han iniciado un plan piloto denominado Aprendiendo a Querer en dos escuelas aledañas al central: Chorobobo y Papelón.
El programa pretende rescatar los valores en peligro de extinción, como el amor propio, respeto, solidaridad, compromiso, entre muchos otros, bajo metodologías con especialistas en el área y prácticas en campo, talleres, juegos didácticos y familiares.
La azucarera tiene como objetivo ir implementado este programa en todas las instituciones educativas de la zona rural, para lo cual ya se han establecido reuniones previas.
“Este es un trabajo que tendrá frutos a mediano plazo, que será la vía de solución para los problemas que ostenta el país”, amplió Peña acompañado de Diego Rivero, gerente Institucional.