El mejor de los pagos y la mejor moneda

Nosotros los que vivimos en este mundo nos consideramos los hijos de Dios.
Haremos por un Dios creador de todas las cosas, no solamente por papá y mamá. Dios nuestro creador con sus maravillosas manos nos moldea a su mejor manera dentro del vientre de nuestra madre para darnos esas posibilidades de que en nuestros nueve meses o menos podamos salir con la perfección la que Dios mismo con su mamá poderoso nos ha perfeccionado.
Así nuestro cuerpo sale perfectamente igual con las preciosas leyes dadas por Él mismo con las que son justamente las leyes de la naturaleza del cuerpo humano, estas son las que dominan y vienen a alimentar el cuerpo de cada uno de nosotros, sus hijos; son las leyes que traemos desde el vientre de nuestra madre como es la de sonreír. La de bostezar, las de llorar cuando tenemos hambre, las de mirar, las de orinar, las de llevarnos las manos a la boca las de escuchar y así las diferentes clases, las cuales son las leyes que tenemos que cumplir, nacemos completamente sanos.
Pero estas leyes cuando tenemos uso de la razón se nos van olvidando muy lentamente y empezamos a no reconocerlas como fundamento y base de nuestros propios cuerpos. Ahí empezamos a hacer los disparates donde nos vamos dañando nuestro propio sistema circulatorio, como el corazón, el estómago, los riñones, la vejiga, el pancreas, el hígado, la vesícula, el colon, y todo nuestro cuerpo humano, y demás causas que generan nuestro cuerpo dotado por unas leyes que traemos desde la mano de Dios.
Así como la naturaleza está dotada por unas leyes naturales hechas por las manos de Dios deberíamos respetarlas si queremos que nuestros hijos nos respeten a nosotros como sus padres. Fijémonos en la creación de un niño o de unan niña y así podemos empezar a valorar nuestras mentes. El por qué de las enfermedades. Poco a poco nuestro cuerpo se va llenando de dolores, ¿por qué será?, si no nacemos enfermos. ¿Por qué se enfermó? ¿Cuál fue la causa?, porque las enfermedades nos acompañan hasta la muerte. ¿Sera que tenemos algo que pagar? Porque queremos achacarle a los médicos que no nos han curado. No no, eso no, señores. Es que para poder morir tenemos que pagar una deuda. Darle al César lo que es del César.