Las voces de Penélope – China y el dragón inmóvil

Poco a poco China deja de ser para esta región del norte del sur de Latinoamérica, tan sólo la fabricante de productos industriales, de cuya variedad conocemos bastante los venezolanos, después de los leoninos convenios firmados por Chávez y Maduro en estos años con el nuevo coloso imperial.  La importación de productos de cualquier índole, ha sustituido en estas tierras los sueños iniciales de la Soberanía Alimentaria e independencia económica,  capaces de producir lo que importamos, llámese alfileres o carros; sistemas de cedulación o conocimientos. Ahora casi todo dice “Made in China”.
Vale el asombro al asomarse a sus transformaciones. Al leer las declaraciones de sus voceros en la prensa, sobre la necesidad de abrirse a los mercados, no precisamente los de verduras. A la coexistencia de una cultura milenaria con su rápida industrialización; A su partido comunista tan temido, con sus purgas y al enriquecimientoy de sus cúpulas. A la tradición y delicadeza de su creación artística, contrastada con el trato dado a intelectuales, o estudiantes disidentes y a la masa obrera, atada a trabajos de salarios miserables y horarios inhumanos.
Tres libros, dos de ellos, reportajes de investigación y uno literario  (a veces la realidad es insoportable), muestran desde diversos ángulos, una realidad que merece ser conocida. “Hablan los chinos”, Aguilar, 2013, reportaje de Ana Fuentes, periodista española que maneja el mandarín, da la voz a la segunda generación de millonarios, menor de 25 años,  con formas de vida y actitudes que dejarían pálido a cualquier burgués nuevo o viejo de esta república. Voz que cede aYan Lu, hija de comunistas, quien da cursos de liderazgo a los nuevos empresarios chinos y presta a un abogado disidente y sus penurias, incluyendo la tortura, en un país en donde no hay prácticamente abogados. Voz que alcanza a uno de los trescientos millones de campesinos que emigraron a Pekin, y malvive con cientos de ellos en habitaciones que fueran refugios subterráneos construidos por Mao en los 60, por temerun ataque soviético y sigue con el taxista que informa ahora no lidia con bicicletas sino con las horas de cola. Voz que tomauna perio¬dista china que descubre el lado oscuro de su país para la televisión extranjera y es acusada de traidora por sus paisanos.
“China en África: Pekin a la conquista del continente africano”. Alianza,2009. Escrito por los periodistas franceses,  Michel Serge y Michel Beuret, muestra cómo en el período de 25 años entre 1980 al 2005,  empresarios chinos hicieron contacto con dictadores para extraer materias primas de 15 países, estableciendo 900 empresas en África. La ausencia de democracia más la pobreza,  facilitaron la nueva colonización que incluye vías de comunicación que les conviene a sus pobladores, aunque faciliten la rápida extracción de las riquezas.
“Los buenos deseos” del 2007, escrito por Yiyun Li, quien emigró  a los veinte años a los EEUU, desde lo que llama, Beijing, su Metrópoli de aldeas, nos muestra las contradicciones entre la manera de vivir y los valores del viejo régimen a la muerte de Mao,  sin que la nueva riqueza de unos, elimine formas tradicionales de casarse para quienes han emigrado a América o de los pequeños propietarios sobrevivientesen sus casas de vecindad, la dificultad de vivir sin trabajo y sin pensión en la vejez, la vida dura, el auge y caída de dirigentes, planes y consignas. A  Yiyun Li, le interesan no los grandes protagonistas sino la gente del común, que padece los efectos de los cambios políticos y económicos. Por ello elige o inventa lugares de provincia en los cuales le interesa la proyección a una escala rural de los grandes acontecimientos de la capital y utiliza la técnica de la voz omnisciente para acercar o alejar el lente e interrelacionar unas personas con otras. Y esconder el dolor íntimo.
Quizás ya llegó la hora para nosotros, de saber leerlas nuevas formas de colonización, que para China son parte de su milenaria historia imperial interrumpida por Mao. Quizás en un intento simplista podemos intentar resumirlo en un viejo y conocido refrán chino: “El dragón  inmóvil en las aguas profundas se convierte en presa de los cangrejos».