“Las cosas complejas de este mundo sólo se superan mediante el entendimiento de la verdadera fe ”, comentó Rosángel Granado de Coroba, quien, como esposa de Richard Coroba, alcalde de Palavecino, asumió varias responsabilidades de tipo social.
Fue jefa de la división de Relaciones Interinstitucionales de la Alcaldía de Palavecino, presidenta de la Fundación de Ferias y Eventos Turísticos con la que se realizó la Feria Turística Terepaima, primera feria de envergadura en la jurisdicción. Directora de Salud y Desarrollo Social de la municipalidad, oportunidad que le permitió ayudar a la clase más vulnerable y emprender programas sociales de trascendencia.
Es abogada, madre y esposa, en sus metas está fortalecer sus dos empresas y fomentar una fundación dirigida a niños, jóvenes y adultos con problemas de salud, drogadicción, y víctimas de violencia, que ya marcha con buen pie.
Explica que Venezuela es otra, tiene conciencia social y política, tiene identidad, por lo cual no es posible alcanzar una revolución verdadera sin unidad, “por ello, apostamos por la reconciliación nacional”.
La primera dama de Palavecino, espera con fe que el presidente Nicolás Maduro mejore la situación política, económica y social del país, así como también, pueda abrir el diálogo.
Reconoció los grandes méritos del comandante Luis Reyes Reyes, y su hijo Luis Jonás Reyes, y no escatimó palabras para distinguir la trayectoria de personalidades tanto del chavismo como de la oposición: “A la profesora Irma Gómez de Pérez, Samuel Medina, Teodoro Campos, Julio Chávez y Orlando Miranda”.
También expresa su “agradecimiento a Dios, a mi familia, mi esposo e hijo; mi reconocimiento a todos los hombres y mujeres de esta tierra pero sobre todo a los luchadores sociales sin distinciones ideológicas o partidistas por su entrega, constancia en beneficio colectivo. A todos funcionarios públicos, a la gente de la Alcaldía de Palavecino chavistas y opositores, a mi gran equipo de trabajo de la Dirección de Salud y Desarrollo Social, a todos los medios de comunicación”.
“Construir una Venezuela fuerte y justa amerita sacrificios y desprendimiento de fanatismos ideológicos para poder materializar la unión, la reconciliación, escenario que le abrirá el verdadero futuro a nuestro país a nuestros hijos, como lo dijo Juan Pablo II: el trabajo más importante no es el de la transformación del mundo sino la transformación de nosotros mismos”.
