Para recordar: “Entonces se le acercó Pedro, y le preguntó: “Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?” Respondió Jesús: “No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete.” (Mateo 18:21,22)
Nuestro Señor Jesucristo, vivió entre judíos, romanos y otras culturas. Aunque no se metió en política, aprovechó las circunstancias para que el pueblo de aquel entonces, y hoy nosotros, le sacásemos lecciones con el fin de dirigir nuestra mirada a la Patria celestial.
Un poco similar al pasado, nos afecta el mundo político, cultural, social, económico, entre otros. Por ello, Jesús le habló al apóstol Pedro, quien estaba aumentado la costumbre de perdonar de tres veces, a siete veces, y el Maestro le dijo debía perdonar ilimitadamente (7 elevado a 70).
Por ello, Jesús utilizó la parábola de un rey, quien quiso ajustar cuentas con algunos siervos y le trajeron un hombre que le debía 10.000 (diez mil) talentos de plata (metal más común utilizado para el comercio) y, como no tenía para pagar, el rey ordenó que lo vendieran junto a su familia y todas sus posesiones. Entonces, el hombre le rogó que le permitiera pagar todo. El rey fue más allá y le perdonó la deuda completamente.
Luego, este mismo hombre (el deudor de 10 mil talentos) quiso cobrarle a alguien que le debía 100 talentos, y como no pudo pagarle lo mandó a la cárcel. El rey se enteró del acto cruel (del deudor de los 10 mil) y lo entregó a los verdugos hasta que pagara el último gramo de la duda (Ver toda la parábola en Mateo 18:21-35).
Para darnos una idea de lo que el rey le había perdonado al malvado siervo deudor, observemos la siguiente cuenta: 1 dragma equivalía 3.6 gramos de plata (grAg); 1 talento era igual a 100 dragmas y al multiplicar (100) por 3.6 grAg, el resultado es 360 grAg.
Si el primer deudor debía 10.000 talentos, entonces, su deuda era 3.600.000 grAg, que llevados a Kg nos da 3.600 Kg; comparado con el otro deudor, apenas debía 100 talentos y, aunque era un valor monetariamente importante, solo le debía 36 Kg de plata ¿Observamos la diferencia del perdón, que el rey hizo? En dinero actual la deuda era impagable.
La lección es: Dios no quiere que ninguno de nosotros cometa algún pecado, pero Él está dispuesto a perdonar “toneladas de pecados” (nuestra mala conducta, violación a los mandamientos, acciones contra los demás), sin embargo, si no perdonamos de otros, algunos pecados u ofensas contra nosotros, Él Todopoderoso, tampoco nos perdonará en el juicio final.
Lo siguiente es lamentable pero real: Si las personas de una misma familia, o los que militamos en una iglesia, que profesamos una religión (dirigentes o no) nos cuesta perdonar al semejante, por quien oramos, ayudamos, o comulgamos y le lavamos los pies, ¿qué será la vida entre políticos, que se la pasan despotricando de otros, vituperando, persiguiendo, metiendo presos a algunos adversarios y hasta, en algunos casos, les quiebran sus negocios, mientras ellos deben millones de pecados?
No obstante, hemos visto que ha ocurrido el perdón entre políticos, hablando de los que “saltan la talanquera”, o se pasan de un partido político a otro, quienes son recibidos en el seno de los adversarios siendo “perdonados absolutamente”.
Hay políticos (pueblo en general) que hablamos livianamente de Cristo; decimos llamarnos cristianos y algunos descuidamos como nos dirigimos a Dios; nuestro Salvador; nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 5 y 7), el cual es la única razón de la existencia de la palabra perdón y vida en este planeta, y ellos (nosotros) ¿No estamos dispuestos a perdonar, frente a lo que Él nos ha perdonado?
Nos enseñan o aprendemos el “Padre nuestro” y decimos “perdona nuestras deudas”, pero no estamos dispuestos a perdonar a los que nos ofenden (Mateo 6:9 -13).
Recapitulando: La parábola de Jesús, no necesariamente se refiere al mundo económico, sin embargo Dios ha estado dispuesto a perdonarnos, figurativamente, “toneladas de pecados” (aunque Él no desea que cometamos alguno) ¿Seremos capaces de perdonar unos “gramos de pecados” de nuestros congéneres?
De acuerdo a lo escrito ¿Habrá perdón entre políticos o el pueblo en general? ¿Qué dijo Jesús de lo que sucederá a quien no quiera perdonar a sus semejantes?
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