La representación venezolana, acostumbrada a superar las diez medallas doradas por día en los Juegos Bolivarianos de Perú, vivió una jornada discreta el domingo, al sólo montarse en lo más alto del podio en tres oportunidades, en las especialidades de ciclismo, escalada y saltos ornamentales.
La poca productividad acercó a Colombia a la punta de los juegos, al sumar siete primeros lugares, gracias a su accionar en el patinaje, en el que son considerados una potencia mundial.
El dueto nacional conformado por María Florencia Betancourt y Beannelys Velásquez se hizo con el oro al alcanzar 255.69 puntos en el salto de trampolín de tres metros sincronizado. La plata fue para las colombianas Sara Pérez y Diana Pineda (241.11) y el bronce recayó en las chilenas Wendy Espina y Paula Sotomayor (222.33).
En esa misma especialidad, los criollos Edickson Contreras y Robert Páez (385.41) sumaron la presea de plata. El oro se lo quedaron los colombianos Sebastián Villa y Sebastián Morales (406.83) y el bronce fue para los chilenos Diego Carquín y Donato Neglia (353.28).
El segundo oro del día lo ganó la pedalista Lilibeth Chacón, en el ciclismo de ruta, luego de llegar a la meta sobrada y culminar con un tiempo de 2:05:35 después de recorrer 89 kilómetros en la prueba de ruta.
En el segundo lugar llegó la colombiana María Calle (2:06:24) y tercero su paisana Diana Pañuela (2:12:1).
Una de las principales estrategias que planteó la criolla fue el mantenerse en el lote principal y apretar en la parte final, en la que protagonizó una escapada efectiva.
La ciclista consigue así su tercera medalla de oro para el equipo criollo, las otras dos en la modalidad de pista con la persecución individual y por equipos junto a Angie González, Daniely García y Jennifer César.
La tercera presea dorada de la jornada se la adjudicó Erik Noya en escalada, modalidad de velocidad. El resto del podio fue venezolano con la plata de Josmar Nieves y el bronce de Leonel De las Salas.
El criollo Emilio José Torres culminó segundo en la prueba de par de remos cortos, sólo superado por el guatemalteco Herman Manríquez.
Los venezolanos aportaron otra de plata en remos largos, gracias a Wilfredo Villa y Jaime Machado.
En la final del béisbol, el equipo venezolano no pudo descifrar el pitcheo de Panamá, que le propinó un “no hit no run”, 6-0.
El lanzador Alberto “Rocambo” Acosta fue el jugador del partido, al lograr nueve sólidas entradas, en las que amarró a los bates criollos.
El pitcheo venezolano no aguantó la fuerte ofensiva de los centroamericanos y permitieron un total de 11 imparables, sumado a varios pecados a la defensiva. Por los campeones, Jeffer Patiño de 3-3, con trío de remolcadas y Javier Domínguez pegó cuadrangular solitario.