La oposición venezolana, encabezada por el ex candidato presidencial Henrique Capriles, se prepara para protestar el sábado en las plazas de los 335 municipios del país contra la crisis económica y la escasez de alimentos y medicinas.
Protesta nacional «contra el caos económico SomosMayoría contundente los que queremos CAMBIO», escribió Capriles en su cuenta de la red social Twitter. «Que aparezca la leche y el papel (higiénico)… Que no se vaya la luz…Que no haya cola (fila) para comprar comida… 15 años enchufados al poder y ahora es que se dieron cuenta del desastre económico del cual son responsables», añadió el opositor.
La jornada de protesta se realiza antes de los comicios del 8 de diciembre para elegir 335, en los que la oposición aspira retener y ampliar su presencia en las grandes ciudades como Maracaibo, en el oeste del país y la segunda mayor después de Caracas, así como en otras del centro venezolano como Valencia.
Aunque el oficialismo consiga la mayor parte de las alcaldías -actualmente cuenta con unas 260- si la oposición «gana en las mayores (ciudades), entonces la mayor parte de la población estará gobernada por la oposición» porque muchos municipios son muy pequeños y las joyas de la corona son las grandes ciudades, explicó Vicente González, analista y profesor de derecho en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas.
«Yo creo que va a ser una protesta visible, no digo millones, mares, ríos de gente… pero no va a ser fácilmente ocultable para los medios» de comunicación, añadió.
Los opositores «han estado metidos en sus casas desde abril», cuando fue electo presidente Nicolás Maduro, «así que el mensaje (del sábado) es para el gobierno, pero también para la propia oposición y decir aquí estamos», añadió González en diálogo telefónico con The Associated Press.
Con el control oficial sobre las ramas del poder y la economía, la utilidad de una protesta opositora radica en probar su capacidad de movilización frente al oficialismo y demostrarle que éste no tiene el dominio absoluto sobre la población como sostiene, destacó por su parte Roberto Abdul, presidente de la no gubernamental Sumate, que promueve procesos de participación ciudadana.
Desde las elecciones de abril, oficialistas y opositores no se han medido en las calles en marchas y manifestaciones.
En esos comicios, Maduro se alzó con el triunfo con 7,5 millones de votos frente a Capriles con 7,2 millones. Capriles no reconoce el resultando y alega que el oficialismo se «robó» las elecciones.
Con mayor presión oficial sobre los medios de prensa desde abril y hasta ahora, dijo Abdul, la convocatoria de la oposición no ha sido tan divulgada y ello podría ser determinante para la participación.
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