Con el desparpajo que lo caracteriza, Fito Páez llegó al escenario de la Terraza del CCCT para ofrecer un concierto significativo, donde interpretó -durante dos horas- un repertorio importante de su discografía.
Llegó con sus cabellos juguetones, sus lentes y sus genuinos movimientos, para presentar su gira Veinte años después del Amor, que conmemora las dos décadas de este disco, el más exitoso de su carrera. La antesala del show estuvo a cargo del venezolano Vladimir Ramírez.
El astro argentino apareció en el proscenio a las 8:05 pm, con un traje negro, frente al piano, e inició su repertorio con el tema El Amor después del Amor, acompañado por la joven venezolana Laura González.
El público lo recibió de pie, y lo ovacionó hasta el cansancio. Con un histrionismo desbordante, que lo hizo dueño de la escena, acaparando la atención de sus fieles seguidores, quienes como súbditos, cantaron al unísono todos sus temas.
Lo acompañaron cuatro músicos, tan talentosos como él, quienes continuaron con la canción Dos Días en la Vida. Luego le comentó a los presentes que el siguiente tema lo había tocado muy poco, por lo difícil de su ejecución, y se escuchó El Jardín donde vuelan los mares.
Se sumó a la lista 11 y 6, donde el artista exclamó: «¡No te escucho Caracas!», siguió con El Chico de la Tapa y la emblemática canción Llueve sobre Mojado. «Muchas gracias», dijo el artista con satisfacción. «En fin…hay gente que se entera de las cosas y gente que no, hay gente que canta con swing y gente que no», acotó entre risas y danzando antes de cantar Gente sin swing.
Su carisma estaba al máximo, a lo que preguntó: «¿Qué pasa allá abajo?. Aquí hay que sudar y participar», sugirió el argentino, quien mantuvo su ánimo y entusiasmo en todo momento. Después se escuchó Tumbas de la gloria, Naturaleza sangre, Cable a tierra, Un vestido y un amor, y Lejos de Berlín.
Siguió La Nave Espacial, y comentó: «Sean bienvenidos a la maravillosa rueda mágica», y sonó el tema La Rueda Mágica, donde su talento se derrochaba a plenitud. Continuó con Circo Beat, donde el ganador de cinco Grammy Latino enfatizó que estaba en Caracas para cantarle a la gente que ama a la libertad, «porque no vine aquí buscando poder, sino libertad», palabras que desataron la algarabía en el recinto.
«Gracias una vez más»
Sonó el tema Recuerdos que no voy a olvidar. «Te quiero escuchar Caracas», dijo el cantautor. «Las palabras son mentiras, son tramposas, a veces hieren, pero también son verdad, pero confunden porque son artefactos complejos. La próxima canción trata de ellas», interpretó Al Lado del Camino. Más tarde pidió el nombre de una de sus fanáticas, a quien le dedicó la canción Polaroid de Locura ordinaria.
Ciudad de Pobres Corazones no podía faltar, momento en el cual se paró en el piano. Acercándose al final del show cantó A Rodar mi vida. Se desapareció por unos segundos, para regresar con otro atuendo de color blanco y cantar el tema Yo te Amo de su próximo disco.
Se quitó la chaqueta y continuó con Dar es Dar, donde el público estaba eufórico. Informó que se presentaría el martes (hoy), gratis en la plaza Diego Ibarra. La ovación no se detenía, «gracias una vez más», dijo el músico, quien cerró con Mariposa Tecknicolor donde se quitó la franelilla, quedando al descubierto su pecho.
Antes de dejar la tarima presentó a sus músicos: «Ha sido una noche preciosa. Ahora quiero presentarle a mis hermanos de viaje». Y se despidió con las siguientes palabras: «Dios siempre existe, que nos bendiga a todos», y se abrazaron todos sus músicos.
