La Fundación Juan Carmona de EL IMPULSO recibe nuevamente al artista plástico René González, quien expone la individual La persistencia de lo visual en la Sala de Exposición Juan Carmona.
A propósito de la muestra, González impartirá hoy sábado 16 de noviembre el taller libre de pintura Dibujo, color y perspectiva al público en general a partir de los 6 años de edad.
El curso es libre y se efectuará entre las 9:30 y 12:30 del día.
El artista explicó que primeramente ofrecerá una visita guiada por toda la sala, a fin de que el público conozca su trabajo, su trayectoria como creador, sus proyectos y modo de trabajar la pintura.
Es de mencionar que este artífice de la plástica natural de Carora, celebró su individual en nuestros espacios el pasado 16 de octubre, cuando descubrió más de 25 pinturas en pequeño, mediano y gran formato.
Ahora regresa para compartir con niños, jóvenes y adultos sus conocimientos en torno al arte, específicamente al dibujo, el color y la perspectiva.
“Es muy importante que los participantes interesados en las artes plásticas conozcan los principios básicos del dibujo, cómo trabajar el color y manejar la perspectiva en el lienzo”, explicó.
Los interesados deben traer témperas, acuarelas o pintura al frío, cualquiera de estos útiles sirve para el taller. Así como un block de dibujo, pinceles y vasos plásticos.
Preferiblemente, traer pinturas de color amarillo, azul, rojo y blanco.
El artista
González, quien se debate entre lo abstracto y lo figurativo, se caracteriza por su amplitud y sensibilidad, por lo cual prometió transmitir todos los conocimientos posibles a los participantes.
Desde muy temprana edad se entregó al oficio por lo que esos recuerdos de la infancia los plasmó en la exposición que se exhibe en la Sala Juan Carmona.
Confesó que siempre tuvo la necesidad de crear.
“Si vuelvo a nacer, sin temor a equivocarme, volvería a ser pintor”, comentó.
Luego de una trayectoria de 30 años, ese amor por sus orígenes se mantiene intacto.
Como discípulo de Ramón Chirinos y Antonio Pavón dejar ver en La persistencia de lo visual tonalidades amarillas y ocres, las cuales hacen contraste con los azules y violetas que se pierden en el generoso lienzo.
Tenía 16 años cuando hizo de la plástica su modo de vida. Así llegó hasta la Escuela de Bellas Artes de su Carora natal.
“Pavón lo enseñó a encontrar su discurso personal. Chirinos lo acompañó en sus primeras composiciones al aire libre, juntos paseaban por los caseríos de Torres para trasladar sus quimeras a la tela blanca”.
Como es habitual en los artistas, comenzó por los paisajes, usando pigmentos, óleos y pinceles. Paralelo a esos horizontes tenía otros temas.
“Me interesó la descomposición de colores que ocurre en las paredes antiguas, comunes en Carora. Esas degradaciones y cambios de tonos me llevaron a la abstracción. Con el paso del tiempo incorporé otras formas y conocí de la figuración. Ambas líneas las llevé por separado, hasta que en algún punto se encontraron para definir mi obra”.
Mencionó que salió del paisaje lentamente porque quería llegar a otra tendencia con base. Primero consolidó sus conocimientos en torno a la luz, el color, el equilibrio, la perspectiva y el dibujo.
“La búsqueda y la plástica van de la mano. Sin darle tregua al encasillamiento trabajé incansablemente con el afán de mejorar, descubrir nuevas líneas y figuras que acompañarán esa fiesta de colores, esa degradación que evoca mi punto de partida”.
Aseguró que su desafío en cada creación es el primer trazo porque no hay base.
“Simplemente me siento frente a un reto y después del primer trazo hay como una explosión indetenible”.
Las obras de su nueva serie están vinculadas a la niñez. Dibujos, personajes, objetos del circo, instrumentos musicales, papagayos y juguetes, rememoran sus vivencias.