El prospecto de los Piratas de Pittsburgh, Andrew Lambo, llegó al estadio Antonio Herrera Gutiérrez cargado de energía positiva y con muchas ganas de comenzar a jugar y disfrutar de la pelota caribeña.
El californiano de 25 años se bajó del avión y casi de inmediato llegó al estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Se define como un amante del béisbol y por ello no tardó en reportarse.
“Me encanta jugar pelota. No quería estar en un hotel y por eso me vine de una vez al estadio”, contó el jugador, quien es una de las principales promesas de la organización bucanera.
A pesar de no conocer a muchos de los jugadores de Cardenales de Lara, bromeaba con todos, conversaba con los peloteros del equipo visitante y con todos los presentes en el AHG. Incluso se acercó a los reporteros gráficos para revisar sus cámaras.
“Es parte de mi personalidad. Soy un tipo muy feliz cuando estoy dentro de un terreno de juego. Me gusta jugar duro, pero para mí es importante divertirme”, afirmó.
Lambo viene a jugar a Venezuela por recomendación de su amigo personal, Mike Moustakas, tercera base titular de los Reales de Kansas City.
“Mike es un gran amigo y vengo porque él me recomendó. Además me encanta la idea de trabajar con Pedro Grifol porque es alguien que conoce mucho de béisbol, principalmente de bateo”, explicó.
Lambo no quiso hablar sobre cuánto tiempo estará con el equipo. “No tengo restricciones, sólo estoy enfocado en que todo salga bien”.
El estadounidense espera estar listo para jugar la próxima semana, posiblemente el mismo martes, pero verá acción en la Liga Paralela para ajustar el swing. Además, Lambo adelantó que los Piratas quieren que trabaje en la inicial, aunque no descarta jugar en la posición que el manager requiera.
“Van a ver a Andrew Lambo en cualquier parte del campo. Si me ponen en el campo corto allí estaré, aunque creo que tenemos a alguien mucho mejor para jugar esa posición. Me van a ver hasta en los afiches”, bromeó el jugador, quien este año tuvo su estreno en Grandes Ligas con los Piratas.
Al llegar a Venezuela, Lambo quedó impresionado con la similitud que tiene el país con su natal California.
“Ver el océano rodeado de montañas me hizo recordar al lugar de donde vengo”, concluyó.