El 8 de diciembre, a juzgar por todos los sondeos de opinión que conozco y especialmente por las encuestas municipales, lo veo parejo, afirma el politólogo, asesor político y profesor universitario Edgar Gutiérrez. El país sigue dividido en dos mitades como quedó en abril.
Aunque la gente insista, de un lado y del otro, en decir que la cosa no es así, en opinión pública, la cosa es así.
Que eso se traduzca en una mayoría hacia uno o hacia el otro, está por verse en las tres semanas y unos días que quedan; pero, considero que el país sigue dividido por la mitad.
Naturalmente, hay municipios en los que esto no es así, aclara. En unos hay un mayor arrastre hacia determinada tendencia. Estas elecciones serán para 337 alcaldías.
Lo que ocurre en Morán no es igual a lo que pasa en Iribarren, como tampoco lo es lo que ocurre en Palavecino a lo que está pasando en Torres, y así en otros municipios.
Voto por independientes
-Mucha gente dice que estas elecciones serán una medición de fuerzas entre el oficialismo y la oposición. ¿Es o no es así?
-Naturalmente, eso es lo que va a ocurrir en el agregado nacional. Sin embargo, yo creo que en los análisis del 8-D se está dejando por fuera un factor, que a veces nos resulta extraño, como lo es el voto por candidatos independientes. Para que tengamos una idea, hay 16 mil candidatos independientes inscritos. Esto quiere decir que dos terceras partes de los aspirantes no tienen nada que ver ni con el Polo Patriótico ni con la Mesa de la Unidad.
En una elección tan polarizada como la del 2008, donde evidentemente la mayoría la sacó el socialismo y la oposición descontó, hubo 35 alcaldes que no tuvieron nada que ver con esos dos polos. Y eso representó, aproximadamente, el 10 por ciento de los municipios. Creo que el voto por independientes no se puede soslayar.
Indica que esos independientes vienen de un lado y de otro, pues, no son químicamente puros.
Eso hay que tomarlo en consideración en la realidad de lo que va más allá de los conglomerados urbanos.
La narrativa comunicacional tiende a ver lo que pasa en Caracas, Barquisimeto, Valencia, Maracaibo, Puerto La Cruz, San Cristóbal, Maracay y Maturín, las grandes ciudades; pero más allá hay una enorme cantidad de municipios, donde, incluso la polarización tiene sus límites.
Hay candidaturas independientes que sobrepasan en caudal electoral, observa. Obviamente, la mayoría de las alcaldías se van a repartir entre el gobierno y la oposición.
La guerra de trincheras
-¿Por qué se mantiene la polarización?
-Por varias razones. La primera es que en Venezuela tenemos una guerra de trincheras desde hace mucho tiempo, instigada desde las dos trincheras. Nadie quiere salirse de ellas por razones estratégicas.
La polarización se mantiene porque es atizada fundamentalmente desde el poder. Los últimos acontecimientos revelan una clave donde las cosas son blancas o negras. Eres saqueador o eres especulador. Lo que se dice de un lado y otro se mantiene en Venezuela. No se puede negar todavía el peso específico y la estela que dejó Hugo Chávez y su significado. Y hay una buena parte de ciudadanos que sigue criticando al gobierno. Hay un sector de clase media que va a decidir los resultados.
Ahora ya no está Chávez
-¿Chávez sigue siendo el gran elector?
-No. Su liderazgo marcó una huella que define la polarización y todavía hoy se mantiene. Pero, yo creo que en esta ocasión, por vez primera, vamos a tener la primera elección sin Chávez. Aunque se haya decretado un día de lealtad al presidente y éste salga hasta en el himno nacional todos los días y se revive diariamente como un símbolo, no tienen ningún tipo de participación en la contienda. Ahora hay un nuevo presidente y una nueva realidad.
En diciembre no estuvo Chávez, pero era muy cerca la distancia que había entre el 7 de octubre y el 16 de diciembre. Apenas diez semanas. En abril la elección no estuvo por su fallecimiento y obviamente, toda la simbología y la narrativa estuvo girando en torno a él. El candidato de oposición hablaba de que Maduro no es Chávez. Ahora esto no va a ser así el 8 de diciembre.