Por la paz y la convivencia

Muchos nos preguntamos con gran preocupación qué fue lo que pasó en nuestro país, por qué tantos rollos, por qué tanta desidia que sólo sirve para separarnos y crear resentimientos, rencores que causan daño a la salud y a nuestros sentimientos, dando la sensación de que se acabó el amor que nos alimentaba a seguir viviendo con entusiasmo, ilusiones, soñando con un porvenir mejor que nos conduzca a una vida feliz, marcando huellas en positivo que no dé margen a las dudas y mucho menos a fomentar enemigos; se han creado tantas dudas que a veces tememos hasta de nuestras propias sombras. Y las dudas de las querencias que han compartido buena parte de su vida unido como un solo ser.
Todo esto ha sido por culpa de las desidias y el ventajismo desleal, usando el poder prestado para atropellar a quien quiere vivir una vida en paz, sin pensar en hacerle daño a nadie, compartiendo sueños y proyectos que conduzcan a una vida mejor.
Como todo ciudadano de buenas costumbres deberíamos todos, sin marcar diferencias ni ideologías, luchar por esa paz, la construcción de la confianza y la destrucción del conflicto. Hay suficiente cargamento de sentimiento patrio que nos conducían a un mejor destino que nos devuelva primero ese amor, la unión y una seguridad que a todos nos anima a vivir disfrutando de la máxima tranquilidad y esto nos anime a la tarea de seguir produciendo y generando riquezas para este país y puestos de trabajos, bienestar social, y cero rollo es tarea de todos y obligatorio.
Debemos hacer un ruego a Dios a todo pulmón que encontramos el camino del diálogo, sin él no podemos llegar a conclusiones que nos beneficien, debemos dar ejemplos que marquen los lineamientos que nos inviten a la convivencia, recordar que en todas las peleas hasta el que se considere ganador sale perdiendo. Debemos asegurarnos de poner los pies en lugar correcto, y después mantenerse firmes, que no demos margen ni darle más cabida a la incertidumbre.
No perdamos la esperanza de que la gran juventud se siente orgulloso a corto plazo de ver porvenir en su país que no tenga que emigrar esperando su vida y su futuro en tierras extrañas, y abandona su país con su aporte, talento y profesionalismo, invirtiéndolo en la tierra que lo vio nacer. Esa juventud que también están confundidos y se consideran razones suficientes para pensar que no hubo una persona que los orientara y los llevara por el buen camino, que es aquí donde deben luchar y convertirse en buenos hacedores no en deshacedores que ya están de sobra.
Debemos estimular a la juventud, enseñarles el camino de la prosperidad y buscar el bien, y a la vez conversemos todos que la juventud es el material por donde entra el futuro; envió estas reflexiones en positivo también un poco agobiado, por la incertidumbre, con la esperanza que de que las lean sobre todo los jóvenes, quienes toman las decisiones y analicen también en positivo, pues mi intensión es un ruego a Dios por una pronta rectificación y un cambio de actitud basada en la creatividad y no en la diatriba, debemos asumir una actitud positiva para afrontar los problemas globales, unidos con persistencia y creatividad y no de busca pleitos.
No es ir en son de ataque pero si en son de defensa pacifica, no olvidar que la gente pacifica desde siempre consigue una salida airosa, donde los demás entran atrapados. Recordemos un mensaje serio que nos dejo Sócrates: «Solo hay felicidad donde hay virtudes y esfuerzos, pues la vida no es un juego puede ayudarnos a discernir la clave de este licito que nos mantiene vivos”.