Aunque se mantiene la tendencia de la polarización en todo el país, tanto el sector oficialista como el de la oposición valoran por igual el voto como expresión genuinada de la democracia.
La afirmación fue hecha por los profesores Benigno Alarcón y Mercedes Martelo, de la Univeridad Católica Andrés Bello, quienes ayer hicieron una amplia exposición sobre las condiciones electorales para las elecciones del próximo 8 de diciembre, en un foro celebrado en la Sala Alternativa Juan Carmona, en el edificio EL IMPULSO, de esta ciudad.
Los docentes dirigieron un estudio sobre el mencionado tema, según explicaron, que surgió de una idea dentro de un grupo de reflexión que tiene la UCAB para el análisis sobre las condiciones políticas.
Se pensó que era importante conocer cómo estaba el ánimo de la gente, la motivación, las percepciones de la población con respecto al sistema electoral, ya que con motivo de las elecciones del 14 de abril, se originó una situación muy tensa, durante la cual se produjeron hechos de violencia y la intervención de los cuerpos de seguridad, porque una vez conocidos los resultados surgieron muchas dudas e incluso se planteó una revisión de todo el material relacionado con el proceso comicial.
La Universidad se planteó el estudio en consideración con las nuevas elecciones, las de carácter municipal, a efectuarse el próximo 8 de diciembre de este año.
El estudio se realizó en dos partes: una, de análisis cualitativo y otro, cuantitativo a nivel nacional.
El primero se hizo en dos estados, Miranda y Portuguesa, tomando en consideración sus características electorales, ya que en el primero se ha hecho fuerte la oposición y en el segundo constituye la mejor demostración de apoyo al oficialismo.
El segundo abarcó todo el territorio venezolano.
Dijeron los expositores que lo más importante que se encontró es la valoración del voto, tanto por parte del sector que se identificada con el oficialismo como por el que lo adversa.
La gente valora positivamente la demoracia y, por ende, al voto porque considera éste como el instrumento más adecuado para el ejercicio democrático.
Sin embargo, ambos sectores abrigan temores a la hora del ejercer el derecho al sufragio, indicaron. Ese hecho es preocupante.
Para los investigadores, es interesante apreciar las coincidencias que existen en las dos partes que conforman la polarización, especialmente en lo que respecta al secreto del voto. Igualmente se tomó en cuenta la confianza hacia el árbitro electoral y las condiciones electorales para los diferentes candidatos.
En función de las observaciones de los dos estados mejor identificados con las corrientes se llevó a cabo la consulta al resto del país.
Cuando hacemos el estudio cuantitativo lo primero que encontramos es una percepción polarizada en relación al Consejo Nacional Electoral.
Este es un gran problema, subrayaron los expositores. Porque si tenemos un país polarizado políticamente, al final se debe tener un árbitro que sirva como fiel de la balanza.
El lado oficialista observa al árbitro con buenos ojos; pero los que se encuentran del otro lado, no creen en el CNE, ni que establezca reglas claras y equilibradas, sino que está favoreciendo a una de las partes y perjudicando a la otra.